Langreo, L. M. D.

Los problemas vuelven a Alas Aluminium, una de las principales empresas surgidas al calor de las ayudas de reactivación minera. El comité de empresa ha manifestado su «disconformidad» con la dirección de la compañía, a la que acusan de querer aplicar de forma irregular el expediente de regulación de empleo (ERE) en el que está inmersa la plantilla hasta finales de año. Tanto UGT como CC OO acusan a la dirección de «falta de diálogo». El comité advirtió además de que la empresa, que tiene problemas de liquidez, aún no ha pagado la nómina extra del mes de julio, varios días después de la fecha límite de pago.

El presidente del comité de empresa, Sergio Prendes, explicó que la compañía mantenía dentro del ERE a los aproximadamente 250 trabajadores que tiene la empresa, dedicada a la producción de perfiles de aluminio. El expediente establecía no trabajar los viernes y dos lunes alternos de cada mes. Sin embargo, a lo largo de estos meses «no se había llevado a la práctica» por un repunte en los pedidos. La sorpresa ha llegado esta semana, cuando la dirección de la empresa, «de un día para otro», ha anunciado que va a aplicar el ERE «pero a 200 empleados», dejando en el tajo a otro medio centenar. Esta medida rompería «lo firmado en el expediente».

Según explicó el presidente del comité de empresa, esta medida se llevaría a cabo porque la compañía no tendría liquidez suficiente como para adquirir la materia prima necesaria para trabajar a máximo rendimiento. Esta situación ha generado cierto desasosiego en la plantilla, ya que, tal y como explica Sergio Prendes, «teníamos el día 20 como plazo máximo para cobrar la paga extra, y por el momento no la hemos recibido». «Nos consta», añadió, «que no hay un problema con los bancos para lograr liquidez». El comité censuró además «las formas» de la dirección de Alas Aluminium, que adolece «de una falta de diálogo preocupante».

Estos no son los primeros problemas que atraviesa Alas Aluminium, la empresa del valle del Nalón que más ayudas del plan de la minería recibió para su instalación y consolidación -13,5 millones de euros-. A principios de 2009 ya aplicó un expediente temporal de regulación de empleo, que afectó a 254 trabajadores. Ese mismo verano volvió a sufrir problemas de liquidez, y llegó incluso a retrasar el pago de parte de las nóminas a sus trabajadores. El otoño -una vez ya extinguido el primer ERE- volvió a ser caliente laboralmente hablando. Un despido improcedente, unido al anuncio de este segundo expediente de regulación, llevó a la plantilla a realizar varias jornadas de huelga, con manifestaciones y cortes de carretera.