El veigueño Juan José Pardo y Pérez-Sanjulián (Piantón, 1955) es desde principios de año el presidente de la Asociación de Amigos de Vegadeo y su concejo. Sustituye a Fernando Pérez al frente de este colectivo que aglutina a alrededor de 200 socios y que desde hace 18 años trabaja para defender y proteger la cultura y la historia veigueña. Pardo, informático de profesión y apasionado de la historia, encabeza una directiva prácticamente renovada. En unos días el colectivo afrontará sus actividades estrella: las jornadas de historia local y la entrega del Vegadense del año, que este año recae en el club de fútbol Astur Vegadense.
-¿Qué papel cumple el colectivo en Vegadeo?
-Es una asociación necesaria y casi imprescindible para un pueblo, y ha hecho una labor muy importante en estos años.
-¿Cuáles son los planes del nuevo equipo?
-No entramos con mentalidad de hacer cambios importantes porque las anteriores directivas lo estaban haciendo bien. No obstante, al incorporarse aire fresco es evidente que se van a ir proponiendo novedades. Uno de los proyectos es abrir la asociación a otras de los alrededores, ponerlas en contacto para fomentar el intercambio de conocimientos y el enriquecimiento cultural. También queremos convertir el local de la asociación en un centro de estudio e interpretación de la historia local. En general, estamos pensando cómo poder organizar actividades que económicamente sean soportables por la asociación. Bien es cierto que la mayor parte del presupuesto actual se gasta en las actividades del mes de agosto, y por eso hay que estudiar la manera de generar más recursos y poder desestacionalizar la actividad.
-Una de las batallas de la junta directiva saliente fue lograr un local para el colectivo, logro conseguido el año pasado.
-Estamos muy contentos de que por fin, tras años de reivindicación, tengamos un local en el que depositar los materiales cedidos por los vecinos y que son de interés etnográfico e histórico. A todas esas personas les agradecemos el altruismo que demuestran con esta cesión. Lo que pasa es que el local se nos ha quedado pequeño para la cantidad de piezas con las que contamos, así que trabajaremos para conseguir un local más amplio que pueda funcionar como museo.
-¿Alguna idea?
-Las asociaciones deberíamos hacer una especie de agrupación para hacernos con un local conjunto, un espacio que nada tenga que ver con las administraciones. La idea es encontrar un sitio adecuado y entre todos adquirirlo de cara a instalar en él un museo como es debido y salas de uso cultural. Puede resultar un proyecto utópico, pero en otros lugares funciona. Las cosas se logran a base de empeño y colaboración y lo vamos a intentar.
-¿Cómo ve la acción del Ayuntamiento de Vegadeo en materia cultural?
-Supongo que limitada por los presupuestos, aunque creo que si les diéramos un repaso se podría dedicar más dinero al tema cultural.
-¿No se hace suficiente?
-Nunca se hace suficiente por la cultura. El Ayuntamiento debería acercarse a las asociaciones y no esperar a que ellas lo hagan. Reivindico que los responsables municipales separen la cuestión política de la cultural. Además, deberían contar más con la aportación de las diferentes asociaciones en aspectos como la elaboración de los presupuestos y consultarles en qué gastar el dinero.
-¿Cómo ve la oferta cultural veigueña?
-No hay una coordinación de los eventos y cada entidad va por libre y organiza sus actos. Ahí es donde debería entrar la Concejalía de Cultura, para coordinar. También es importante llevar las actividades a las parroquias y que no se concentre todo en la villa.
-Vayamos a la historia. Vegadeo puede presumir de archivo histórico. ¿Está lo suficientemente cuidado?
-Sin duda es uno de los mejores archivos históricos de Asturias y de España. Para los investigadores es una riqueza y una fuente valiosísima de información y es evidente que puesto en valor podría generar una riqueza al pueblo. Las instalaciones son correctas, aunque se puede poner un pero en que el espacio para la investigación es reducido. Además, su situación en el ático de un Ayuntamiento de madera es delicada, ya que en caso de incendio sería lo primero que se quemaría. El archivo tiene 900 cajas y de ellas unas 80 cobijan documentación anterior a 1800, ese fondo más valioso podría protegerse de alguna manera específica.
