La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

ELENA BADALLO | Trabajadora social, experta en violencia sexista

"El personal sanitario debe estar formado para detectar la violencia sexista"

"Las nuevas generaciones reproducen estereotipos de dominación, como el del príncipe azul y la princesa"

Elena Badallo. G. GARCÍA

La trabajadora social de los centros de salud de Luarca y Trevías, Elena Badallo, es experta en violencia sexista. Entre sus funciones se encuentra la de formar a los profesionales sanitarios para detectar los casos de maltrato que llegan a las consultas.

-¿Cómo definiría la violencia sexista?

-Tras la llegada de la Ley Integral de Violencia de Género, que es un avance, se entiende que violencia de género es el maltrato que recibe una mujer por parte de un hombre que ha tenido o tiene una relación de pareja con ella. El aspecto de ser pareja es el signo diferencial. Es la dominación que hace el hombre sobre la mujer, psicológica, que en la mayor parte de las ocasiones acaba en maltrato físico. Viene de hace muchos años, de una cultura machista, que por suerte va cambiando.

-¿Cuál es el papel de la Sanidad ante esta lacra?

-La Sanidad es uno de los estamentos implicados en la prevención y en la asistencia a las víctimas de violencia de género, junto con la justicia, la educación y las fuerzas del orden. La Sanidad tiene una función preventiva: las víctimas de violencia de género son mujeres que somatizan mucho el problema que tienen en casa, que debemos notar en las consultas, por ejemplo los dolores y malestares inespecíficos. El personal sanitario debe estar formado en detectar los indicadores de riesgo. Legalmente, el informe médico se debe aportar al presentar la denuncia. A nivel de prevención, estamos implicados con el sistema educativo, trabajando en programas para prevenir la violencia y fomentar la igualdad.

-Las víctimas, ¿conocen los recursos de que disponen?

-Una mujer víctima de violencia de género no conoce los recursos porque la mayoría de ellas no reconocen padecer este problema. En la mayoría de los casos se da el maltrato completo: físico, psicológico y económico. Se anula a la persona que hay dentro de la mujer, que no reconoce sufrir violencia. Lo primero que hacemos cuando llega un caso es ayudarles a reconocerlo, a recobrar su autoestima, y se les explican los derechos que tienen.

-¿Qué particularidades tiene la zona rural en este tema?

-Al haber menor población, se puede estar más tiempo en consulta con una persona, y se pueden reconocer los indicadores. Pero en el ámbito rural es más difícil que la mujer lo reconozca porque la mujer todavía está metida en ese mundo de hace treinta años, el que prima el aguantar. Es difícil salir de ese mundo y renunciar al apoyo familiar.

-¿Cómo está de concienciada la sociedad?

-Con el hecho de que no se debe cometer violencia de género creo que sí está concienciada. Pero la intervención, cuando ven un caso, la mayor parte de la gente no quiere meterse en líos. Si sentimos gritos o golpes en la casa de al lado, llamar a las fuerzas de seguridad previene muchas cosas. Falta camino por recorrer, sobre todo entre la población joven. Seguimos viendo modelos sociales de dominación y, además, las nuevas generaciones siguen con el estereotipo del príncipe azul y de la princesa.

-¿Qué papel juegan las nuevas tecnologías?

-Ayudan a las víctimas a avisar si el maltratador está cerca. Pero también son formas de control, que las adolescentes asumen como algo normal en la pareja.

Compartir el artículo

stats