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Los ganaderos defienden en Gera las ferias por la competencia que generan

"La gente está muy cómoda vendiendo en casa, pero se acaba vendiendo más barato", señalan algunos asistentes a la cita tinetense de los Santos

Varios ganaderos admirando un par de vacas en el mercado de los Santos. D. ÁLVAREZ

La decadencia de muchas ferias parece anticipar su desaparición, pero algunos ganaderos se resisten a ello y defienden la venta en las ferias en contra de las transacciones en las propias ganaderías por la competencia que se genera en los mercados. Así lo expresaron ayer en Gera, Tineo, que celebró su tradicional feria de los Santos en su undécima edición desde que el Ayuntamiento y los vecinos decidieran recuperarla después de varios años sin llegar a celebrarse. El número de animales expuestos para la venta no llegaba al medio centenar, la mayoría vacuno, aunque también se pudo ver un caballo y algún cerdo. Una imagen que contrasta con los recuerdos de la mayoría de las personas que acudieron a Gera y que hablan de una feria que duraba dos días y que provocaba que el pueblo estuviese tomado por camiones de transporte.

Muchos creen que el inicio de la venta de animales en las propias ganaderías fue la causa de que la feria de Gera llegase a desaparecer y la razón por la que cada día las ferias pierden afluencia. "La gente está muy cómoda vendiendo en casa, pero no es lo mejor; se acaba vendiendo más barato porque en los mercados hay más competencia, y no se deberían dejar morir", apunta el ganadero José Vitorio, que llevó un par de reses a la feria y aseguraba a media mañana que "nadie muestra interés por comprar, preguntan para informarse, esto al final es una reunión de amigos".

De su misma opinión es Juan Carlos Bueno, que cree que lo mejor "es que se mantuvieran las buenas ferias de antaño, porque es un lugar competitivo para conseguir buenos precios y se produce muy buen ambiente que anima a la compraventa y genera vida a los ganaderos". No obstante, considera que en Tineo es difícil recuperar las citas ganaderas "porque la mayor parte de las explotaciones hicieron hace años el cambio al ganado de leche".

Asimismo, el fuerte crecimiento de las ganaderías es un handicap para las tradicionales ferias. "Ahora mismo la mayoría de los productores tienen comercializados los terneros para carnes con carnicerías y supermercados ya desde que nacen, así que ese ganado ya no viene al mercado, y si tuviéramos que volver a traerlo sería un gran retroceso", apostilla Bueno.

En este sentido, Roberto Pérez destaca lo cómodo que resulta para el papeleo y el transporte la venta de ganado en casa y lo difícil que es para las ganaderías grandes movilizar a sus animales para acudir a ferias. Aparte, recuerda que "si tuviéramos que depender de la venta en ferias sin un lugar con el que comercializar la carne directamente no se podría vivir de la ganadería".

Aunque el objetivo de los ganaderos es llegar a vender, muchos de ellos acuden con la intención de mantener la tradición de una feria que llegó a ser de las mejores de la zona norte, a la que acudían animales no solo de otros concejos de la región, sino de provincias cercanas. "Era una feria en la que todo el mundo compraba, había tanto ganado que había para todos los gustos y el que no compraba aquí lo que quería no lo iba encontrar", recuerdan los asistentes que llegaron a ver celebrarse ferias en Gera con nieve en los altos y días más propios de invierno que, en cambio, no lograban a asustar a los ganaderos.

Ayer en Gera lució el sol pero no por ello se animaron más ganaderos ni visitantes a acudir a la feria que mantuvo la afluencia de los últimos años.

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