La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La faba de Loza, calidad internacional

La legumbre que cultiva Roberto Méndez logra el Global GAP, un sello independiente y pionero en Asturias: "Abre un abanico de oportunidades"

La faba de Loza, calidad internacional

La faba que cultiva Roberto Méndez en Loza (Coaña) tiene calidad garantizada. Y no sólo porque lo asegure el propio productor: su faba es la primera de Asturias certificada con un sello de calidad internacional (Global GAP), que garantiza su procedencia, las buenas prácticas en el cultivo, y el respeto por el medio ambiente durante cada una de las etapas de su producción.

"Este sello supone una apuesta por la calidad total en todo lo que hacemos", afirma el productor de Coaña, que ha logrado pasar el riguroso examen que precisa este sello independiente para las treinta hectáreas de faba que trabaja cada temporada en el concejo.

El proceso se inició hace algo más de un año, y acaba de concluir con el visto bueno para sus fabas, tanto de la variedad de granja como de verdina. "Es un sello que certifica que se han aplicado buenas prácticas agrícolas, en donde no vale todo. Se debe hacer el trabajo de una determinada forma, en lo relativo al control, al uso de los productos fitosanitarios, y en el manejo de los residuos", señala el ingeniero agrícola Enrique Cocaña, que ha llevado todo el proceso.

"También se fija en la prevención de riesgos laborales, tanto por parte del empresario como de los empleados que tenga a su cargo", recalca Cocaña. La incorporación de una máquina que recoge las plantas en la finca, novedad también en el campo asturiano, favorece esa seguridad en el trabajo.

El productor ha tenido que superar un test con unos cuatrocientos puntos en los que se controla todo el proceso "desde el alquiler de las fincas hasta el último paso, en la recogida y selección de la legumbre", pasando por los procesos de abonado, de roturación de las fincas, y también en el control de todos aquellos residuos que se producen. "Se garantiza, además, la trazabilidad de esa faba. Si ese producto tiene algún problema, se puede saber al instante de qué finca procede, al estar todo perfectamente identificado por lotes", explica el ingeniero agrícola responsable.

El sello Global GAP es internacional, asegura Cocaña, "e independiente", por lo que tiene reconocimiento tanto para empresas nacionales como internacionales. "Actualmente, es imprescindible para distribuir el producto en grandes superficies nacionales, y también si en algún momento Roberto se plantea la exportación, por ejemplo, a Estados Unidos. Es necesario", dice, asegurado que el consumidor "sabe que si tiene este sello el producto será de mejor calidad que si no lo tiene".

Por ejemplo, en Asturias han pasado por este proceso cultivos de kiwis y de frutos rojos, pero hasta ahora, ninguna faba lo había hecho.

"Estoy muy satisfecho con cómo ha ido todo. Estar certificado supone un esfuerzo, una inversión importante, pero ahora veo cómo se abre un abanico de opciones que antes no tenía", asegura Roberto Méndez, que no descarta ampliar poco a poco la superficie cultivada.

"Lograr un sello así es el objetivo que deberían seguir todos los productores de todos aquellos cultivos cuyo producto se distribuya en grandes superficies y supermercados; bien de denominación de origen o de este tipo, que son reconocidos en todo el mundo, algo así como las 'estrellas Michelin' del campo", asevera Cocaña, que forma parte de la empresa Campo Técnico. "Es el futuro de la producción agrícola", remata.

Compartir el artículo

stats