La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El mejor periodismo, a un solo clic

Una empresa sueca y otra holandesa lanzan herramientas para pagar de forma sencilla y rápida por los artículos de prensa

El buen periodismo tiene futuro en un escenario digital siempre que el acceso a sus contenidos sea sencillo para el usuario. Y las nuevas tecnologías trabajan para que sea una realidad. Uno de los grandes desafíos a los que se enfrentan los medios tradicionales es encontrar un sistema eficaz que proteja su viabilidad económica en esta nueva era. Monetarizar su oferta. Y ya empiezan a tener éxito propuestas imaginativas y eficaces que lo permiten.

Blendle, una pequeña empresa holandesa, puso en marcha en abril del año pasado un servicio de pago por artículo que ocupaba el lugar del paywall (muro de pago) y ponía teclas arriba la idea de quiosco digital. Una especie de iTunes del periodismo. Marten Blankesteijn y Alexander Klöpping, dos experiodistas que no habían cumplido los 30, querían defender el periodismo de calidad (lo bueno en esta profesión siempre cuesta dinero) pero adaptándose a los nuevos tiempos, esto es, haciendo más sencilla la compraventa de las informaciones e igualando su proceso al de cualquier aplicación para un teléfono móvil. Gracias a una aplicación desarrollada por Blendle, el lector puede echar un vistazo al contenido de revistas y diarios desde cualquier dispositivo, pero sólo pagará por el artículo que hayan decidido "comprar" para leer. Es el equivalente a entrar en un quiosco y fisgar un poco antes de decidir lo que te llevas bajo el brazo. Un dato revelador: los contenidos más superficiales suelen liderar lo más visto en las ediciones digitales (vídeos virales, el último escándalo de una estrella), pero los artículos más consumidos en Blendle (o sea, aquéllos a los que los lectores dan más valor, pues están dispuestos a pagar por ellos) pertenecen a géneros que desde siempre han distinguido a la prensa de calidad: los reportajes bien escritos, las entrevistas inteligentes, las columnas con calidad literaria, los análisis profundos y originales. ¿Cómo funciona el sistema en Holanda? El lector tiene a su disposición todos los diarios de ese país y alguno más internacional como "The Economist" o "The New York Times" y paga entre 10 y 30 céntimos para artículos de prensa y de 20 a 79 céntimos si son de revista, más largos. Para facilitar el rastreo existe la posibilidad de establecer alertas temáticas (avíseme de cualquier información relacionada con los "Oscar" o con la Bolsa de Tokio, por ejemplo) y de entrada hay un bono de 2,5 euros. Y un detalle incentivador: si el texto se cierra antes de que pasen los diez segundos, el dinero se devuelve. Y si fue leído entero pero no fue del agrado del usuario, también, siempre que argumente por qué. El medio de comunicación se lleva un 70 por ciento del pago y el resto va para Blendle. Como no podía ser de otra forma, este "quiosco a la carta" también tiene una parte de red social en la que las recomendaciones y afinidades selectivas tienen su cuota de influencia.

Tras Blendle, la empresa de pagos on-line sueca Klarna ha puesto en marcha una herramienta similar para pagar después y no antes pero sin que sea necesario rellenar los datos más de una vez. Y con un solo clic, la sencillez manda. El principal diario de Suecia, el "Dagens Nyheter", quiere usarla para que sus lectores puedan "desfilar" por su web por un euro y comprar lo que les interese por una cantidad mínima.

En cualquier caso, estas iniciativas demuestran con hechos que el periodismo de calidad tiene futuro. Hay expertos que auguran un modelo Netflix para las noticias, es decir, que, al igual que sucede con ese pujante canal de televisión de pago por internet, los lectores quieren tener el control sobre aquello que quieren ver/leer según sus necesidades y/o inquietudes. Algo que, por ejemplo, cambió por completo el ecosistema de la industria musical. Pero esa capacidad de selección debe tener el escenario apropiado para facilitarla y que los micropagos sean una operación extremadamente rápida y sencilla. Quiero leer esto y lo leo ya. A un solo clic. Los datos de Blendle, además, rompen algunas creencias: si la edad media del lector habitual de la prensa tradicional se sitúa en los 50 años, la nueva propuesta digital holandesa, por la que ya se han interesado medios de otros países, tiene dos tercios de usuarios menores de 40. Un dato que demuestra que, en contra de lo que se piensa habitualmente, hay una parte importante de la audiencia joven convencida de que un periodismo de calidad riguroso, independiente y hecho con talento tiene un precio. Y que vale muy mucho la pena pagar por él.

Compartir el artículo

stats