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La "econosuya" y la economía

Una explicación de por qué los sindicatos mayoritarios están perdiendo apoyos

Si ustedes me lo permiten, vamos a retrotraernos a septiembre de 2007. En la villa de Avilés y durante el curso de verano de la UGT, don Cándido Méndez, secretario general de ese sindicato, decía estas palabras: "No hay razones para preocuparse por la situación económica". Ante la pregunta del periodista de cómo afectaría el dato del mes de agosto de 121.583 parados más y de que el euribor había subido un 16,4% desde enero, estableciéndose en el 4,20%, el señor Méndez dijo: "Estos datos no tienen importancia, lo que hay es una acomodación del proceso de crecimiento". Es más, acusó, sin aludirlo expresamente, al PP de practicar el catastrofismo y sembrar alarmas injustificadas. En pocas palabras, a don Cándido no le preocupaba lo que estaba pasando, ni lo que pudiera pasar. Una crisis que duró siete años, que nos hizo perder 3,5 millones de puestos de trabajo y que por muy poco no lleva a España al "otro barrio", para él era tanto como decir que "venía el lobo". Era lo que yo llamé la "econosuya" de Zapatero.

A diferencia de las declaraciones de este señor, el mismo día en que se publicaban yo escribía un artículo en LA NUEVA ESPAÑA donde decía lo siguiente: "Vivimos en una economía global, y ya todo afecta a todos. Por lo tanto, la situación financiera que tienen los estadounidenses alcanza a todo el planeta. Pero si nos fijamos en los componentes principales por los cuales ha nacido este problema, cuales son la subida indiscriminada de la vivienda a lo largo de los últimos años, la concesión de hipotecas en muchos casos sin las suficientes garantías y el aumento constante de los tipos de interés, llegaremos a la conclusión de que no sólo afectará financieramente a España, como a cualquier otro país, sino que la propia raíz del mal está también en el nuestro. No tardaremos en ver en España la quiebra de muchos promotores, la bajada de los pisos en los extrarradios de las grandes ciudades y en la costa mediterránea y, como consecuencia de todo, el aumento de la morosidad bancaria. Ésta es la realidad, lo demás es un optimismo idílico y delirante, una prueba más de la insensatez y del engaño". Creo que la diferencia de opinión entre don Cándido y yo quedaba de manifiesto. Juzgar quién tuvo razón les corresponde a ustedes.

Ahora volvamos a nuestros días, a setiembre de 2015. Mismos cursos, en la misma ciudad. Con un aumento del paro en agosto de 21.679 personas (100. 000 menos que en agosto de 2007) y con un euribor al 0,16% (26,5 veces inferior al del 2007), don Cándido, en vez de celebrar una fiesta por todo lo alto en la explanada del Niemeyer invitando a todo el pueblo de Avilés, nos dice: "La situación de España no está para tirar cohetes".

El problema de UGT, al igual que le pasa a CC OO, es que no puede dejar de pensar en términos políticos. Cuando don Cándido hizo las declaraciones de 2007 faltaban cinco meses para las elecciones y ya estaba apoyando al PSOE, en contra del PP. Hoy, a tres meses de unas elecciones, "vuelve a enseñar la patita". Y éste es uno de los motivos por los que los sindicatos mayoritarios están perdiendo apoyos. Los trabajadores se sienten indefensos ante unos representantes que se dedican más a hacer política y a conservar sus caducas y extemporáneas estructuras que a proteger a las personas que dieron origen a su nacimiento.

Vamos ahora con la economía. Dejando a un lado las incoherencias del secretario general de UGT, hoy debemos decir que España está saliendo de la crisis. ¿Que todavía falta mucho camino por recorrer? Por supuesto. Pero que estamos mucho mejor que hace un año es algo irrefutable. Y ya no sirve ese argumento de algunos políticos de la llamada izquierda de que la macroeconomía va mejor pero que no ha llegado la mejoría a las familias. Vamos con algunas cifras y comprobaremos que eso es absolutamente falso:

En cuanto al empleo, en el año 2014 se crearon 433.000 empleos y en 2015 se crearán unos 800.000.

Las diferencias del primer semestre de este año respecto a primer semestre del año pasado son significativas respecto a muchos indicadores:

-La demanda de energía eléctrica aumenta un 5%.

-Las ventas de comercio minorista aumentan un 2,9%.

-Las ventas del comercio mayorista aumentan un 4,1%.

-Las ventas de coches aumentan un 22%.

-Las peticiones de hipotecas aumentan un 20%.

-La facturación de la industria aumenta un 3,5%.

-Las cifras del turismo aumentan un 7%.

-El consumo interno en general mejora un 4,1%

No les quiero aburrir con más cifras, pero la realidad es la que es, mal que les pese a esa retahíla de agoreros que, curiosamente, son los mismos que en el periodo 2007-2010 no reconocían la profundidad de la crisis.

Al igual que fui muy pesimista con España, al contrario que el señor Rodríguez Zapatero y sus correligionarios, desde finales de 2007 hasta 2013, hoy tengo que decirles que me siento muy optimista. En estos momentos estamos creciendo alrededor del 4% anual, y espero que durante los próximos cuatro años lo hagamos sobre el 3%. Eso significa que estaremos creando unos 500.000 puestos de trabajo todos los años. Si además, como parece, el precio del petróleo sigue bajo, el precio del dinero se mantiene y el cambio del dólar con el euro se sitúa en la línea actual, podríamos beneficiarnos de un 1% adicional de crecimiento del PIB.

Las predicciones siempre son predicciones, pues hay elementos que no se pueden controlar, como los riesgos geopolíticos. Pero, si todo va como tiene que ir y los españoles somos capaces de votar opciones serias y coherentes en las próximas elecciones generales, a celebrar en tres meses, tendremos unos años por delante francamente buenos. Ahora sí, más que nunca, dependerá de nosotros y de nuestro voto.

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