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Cien líneas

Cómplices

El líder separatista Oriol Junqueras -vicepresidente de la Generalidad de Cataluña- ha solicitado otros 1.090 millones de euros en concepto de "cálculo inadecuado del sistema de financiación del año 2015", cifra que se suma a los 1.400 millones extra que recibirá antes del verano por aquello de picos, palas y azadones, miles de millones. Y todo a la cara del Ministro de Hacienda de España, Cristóbal Montoro que ha respondido con una frase para un epígrafe en mármol: "Necesitamos a Cataluña y ahora Cataluña es el motor del crecimiento de España". Realmente es un motor con marcha atrás, con una deuda galopante, déficit incontrolado y venga a pedir y pedir más pasta.

¿Cataluña necesita el apoyo del resto de España? Bien, se le da. Pero a cambio de lealtad absoluta. No pueden seguir en el proceso de desconexión, con decenas de iniciativas en ese sentido y un horizonte de año y medio para largarse y encima recibir dinero.

Tal y como están las cosas, en la ruina, con la calificación crediticia tres escalones por debajo del llamado bono basura, el Estado debería intervenir las cuentas catalanas. Y por cada euro que se les entregue, una declaración de amor a España, con jura de bandera todos los domingos en la plaza de San Jaime, do mora la presidencia de la Generalidad. Es la mínima exigencia a quien cada dos o tres meses solicita 3.000 millones de euros más.

Pero no. Al contrario. Y es que el PP es un agente activísimo del separatismo catalán. Rajoy obedece sin pestañear órdenes terribles y a saber con qué origen.

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