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Javier Morán

El Cormorán

Javier Morán

"Pulvis, cinis, nihil"

De cuando en cuando salen noticias del Plan Estratégico 2014-2024 que prepara el Ayuntamiento de Gijón, pero, para vergüenza integral de los munícipes, tenemos la fortuna de que se está elaborando a la vez que se tramita el Plan General de Ordenación (PGO), lo cual nos proporciona la magnífica oportunidad para distinguir entre lo inútil y lo necesario. Vamos a decirlo de una vez: un plan estratégico es la mayor estupidez que han inventado los ayuntamientos, así como una forma de gastar tiempo, energía y dinero para nada. La razón esencial por la que ese conjunto de folios será una necedad consiste en que sólo contendrá ideas más o menos lindas, proyectos fabulosos o ocurrencias de todo tipo, pero no será más que paja que se lleva el viento, porque un plan estratégico no tiene ninguna fuerza de ley. Es tan sólo música celestial, o "pulvis, cinis, nihil" (polvo, ceniza, nada), como decía el clásico. En cambio, con respecto al PGO se puede uno romper todos los cuernos, o maldecir a los urbanistas, o ciscarse en el edil del ramo, pero, una vez aprobado -y si no hay contratiempos judiciales-, lo que dice va a misa, porque, si no se cumple, al ciudadano transgresor se le penaliza con la ley municipal, y si el que marra es el político se le mete una querellita o un contencioso-administrativo que se entera. Lo otro es una juerga, una pachanga, una milonga para pasar el tiempo y organizar sesudas jornadas o llevar a un edil inútil por las ferias. Además, es uno de esos entes que no deben crearse sin necesidad, como dejó dicho Guillermo de Ockham.

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