Fomento ha autorizado un gasto de 19 millones y pico de euros para resolver la perforación de uno de los túneles de la línea de AVE a Galicia. Por lo visto, van a inyectar una resina expansiva que si no recordamos mal también se ha utilizado, o se sigue utilizando, en la interminable obra de la variante de Pajares. Perdonen ustedes, pero no sabemos si utilizar el pasado o el presente del verbo utilizar porque lo de la Variante es como una ducha escocesa en la que te abrasan o, alternativamente, te dejan helado. Ejemplo de lo primero fueron aquellos anuncios de la ministra Ana Pastor de que para finales de 2015 disfrutaríamos del nuevo paso ferroviario bajo la cordillera. Tal anuncio era sinónimo, suponíamos mal, de que las magnas filtraciones de agua en los túneles y la ladera andante de Campomanes eran dificultades ya toreadas. Sin embargo, pasó diciembre de 2015 y para inaugurar el año presente nos desayunamos con que la empresa que iba a colocar raíles se esfumaba porque no podían trabajar bajo la amenaza de la antedicha ladera caminante. Total, que ahora mismo la Variante se halla tan confusa que no sabemos a qué atenernos. Y, desde luego, la ministra de Fomento en funciones no aparecerá por aquí para explicar nada. Por cierto, el otro día estuvo, felicísima, en Pontevedra para contar lo de los 19 millones y pico, lo cual significa que sale del Ministerio. Vamos, que no está allí encerrada, sino que hace giras a su gallega tierra de adopción. En cuanto a otras obras del AVE, las de la línea de Burgos avanzan a buen ritmo. Y precisamente en la capital burgalesa Pastor ya no prometía fechas en los últimos tiempos. Suerte que han tenido. Pero aquí, en Asturias misma, hay más indicios de confusión sobre la Variante. Por ejemplo, desde el tren se sigue viendo que en Pola de Lena asoma el morro la infraestructura, pero no se ven trazas de obra alguna, así que seguiremos dando cabezadas sobre resina expansiva.
