Carlos López Otín, el segundo científico asturiano más descollante de todos los tiempos (sólo superado por Severo Ochoa), lleva varios años siendo candidato al premio "Princesa de Asturias" de Investigación, sin que el jurado le haya considerado merecedor del galardón. Ayer sucedió de nuevo. Desde una perspectiva rigurosamente acientífica, sin más pruebas que simples sospechas, sin pretensión alguna de estar en posesión de "la verdad", pero con un cierto interés por aproximarse a ella, cabe realizar algunas conjeturas sobre este reiterado "fracaso".
1) Carlos López Otín (en adelante, Otín) es la persona que más prestigio internacional ha proporcionado a la Universidad de Oviedo en cuatrocientos y pico años de historia (antes no había internet, de acuerdo).
2) Otín no es asturiano, pero ha llevado el nombre de Asturias más lejos que casi nadie.
3) Que Otín haya cosechado desde la Universidad de Oviedo los logros científicos que atesora cuadruplica su mérito.
4) Otín ha recibido casi todos los reconocimientos posibles dentro y fuera de España. Y no ha recibido unos cuantos más porque dedica muy poco esfuerzo a la autopromoción.
5) El Consejo Europeo de Investigación acaba de reconocer la valía de Otín otorgándole una de las ayudas "Advanced Grants", dotadas con 2,5 millones de euros y otorgadas por una comisión evaluadora con expertos de primera fila en la materia que juzgan.
6) Las contribuciones de Otín sobre el genoma, el cáncer y el envejecimiento son extraordinariamente importantes. Y aún más importantes son los horizontes que cada día abre, para sí mismo y para muchos otros, con una visión de los problemas científicos impregnada de una creatividad que roza la fantasía.
7) Le han ofrecido trabajar y mandar en los centros de investigación más punteros del mundo. Como siempre responde que no, que su lugar natural es Asturias, han de conformarse con que aparezca por allí a impartir un poco de su erudición científica, que es exagerada, y que acto seguido se marche sin dedicar ni un solo minuto al turismo por la zona.
8) Con relación al premio "Princesa", a Otín le perjudica ser asturiano. Algunos temen que pudiera ser tachado de galardón chauvinista. A Fernando Alonso le favoreció ser asturiano; a Otín, le perjudica. Aunque su candidatura esté avalada, como este año, por seis premios Nobel. Seis.
9) Otín tiene un currículum científico bastante superior al de varios de los distinguidos hasta la fecha con el premio "Princesa" de Investigación (véase el "factor h" de unos y de otros).
10) Si Otín fuera mujer ya tendría el Premio Princesa de Asturias.
Han salido diez conjeturas. Falta una proposición que, como excepción, puede ser formulada como aseveración apodíctica corroborable por las muchas personas que le conocen: con premio "Princesa" o sin él, Carlos López Otín seguirá trabajando más de quince horas diarias, haciendo avanzar el conocimiento, impartiendo magisterio con una generosidad inagotable, respondiendo todos los correos, atendiendo todas las llamadas (al fijo, no tiene teléfono móvil), y escuchando y auxiliando a todo el que acude a su despacho como si aquello fuera Lourdes.
