Ribadesella, P. MARTÍNEZ

Acampar en el casco urbano riosellano, fuera de la zona establecida para tal fin, no sólo irá contra la ley regional del Turismo -que ya prohíbe la acampada en núcleos habitados- sino que también lo hará contra la futura normativa municipal. El Ayuntamiento de Ribadesella prepara una ordenanza para regular la ocupación de la vía pública que dedicará uno de sus apartados a una práctica que se produce, sobre todo, en la fiesta de Las Piraguas. Algunos «selleros» desoyen la legalidad y plantan su tienda en barrios, plazas, rotondas y otros espacios públicos de la villa en los que no está permitido.

En la edición pasada del Descenso Internacional del Sella, la Policía Local interpuso un total de 88 denuncias por incumplir la normativa regional, según el informe elaborado por este cuerpo sobre el operativo en la fiesta.

La alcaldesa, Charo Fernández Román, de Foro Asturias, explicó que los agentes advirtieron dos veces a los infractores antes de multarlos y apuntó que, además de mantener el control de la acampada ilegal en el barrio de El Cobayu -como ya se hizo en 2011- se ampliarán las zonas de inspección a la plaza de Jovellanos, situada en el barrio de la playa, y a la zona de El Fuerte.

Fernández Román confía asimismo en que las multas interpuestas el pasado agosto tengan «un efecto disuasorio» en los posibles infractores y señaló que su equipo se encuentra trabajando en la citada ordenanza. La regidora ya anunció a mediados del pasado mes de abril que los días de acampada se limitarán este año a tres, a partir del jueves, y no del miércoles, como se estableció en ediciones pasadas. Ésta fue una de las peticiones que manifestaron los hoteleros en una las reuniones que mantuvo la responsable municipal con los diferentes colectivos afectados para evaluar su grado de conformidad con el actual modelo de la fiesta y recoger propuestas para mejorarla. Además de por el incumplimiento de la Ley de Turismo, la Policía Local riosellana interpuso en la fiesta de Las Piraguas del año pasado un total de 90 denuncias a otros tantos vehículos que creaban peligro u obstaculizaban gravemente la circulación en el casco urbano de Ribadesella, de los que la grúa retiró 68 a instalaciones habilitadas y vigiladas.

En las mismas fechas, entre el 4 y el 7 de agosto, los agentes se incautaron de cinco vehículos y cuatro carritos que carecían de las condiciones adecuadas para la conservación y venta de alimentos. También confiscaron material cárnico, pan y verduras preparadas para la venta sin las condiciones sanitarias ni permisos para su venta.

La norma que regulará la acampada ilegal sobre la ocupación del espacio público también ordenará el uso de los caminos, a menudo dañados por la actividad de los maderistas. De esta manera, la ordenanza dispondrá lo necesario para poder exigir que se respete la conservación y limpieza en los viales del municipio, perjudicados por el gran tonelaje de los camiones que transportan la madera.