La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Muja rastrea los cambios ambientales

El equipo científico del museo participa en un proyecto pionero que estudia el impacto en los organismos de las variaciones bruscas en las condiciones de vida

El Muja rastrea los cambios ambientales

Los organismos pueden revelar mucha información sobre los efectos de los cambios ambientales bruscos y prolongados. Tanto los que siguen vivos como los que existieron hace millones de años, y tanto los que tienen esqueleto (vertebrados) como los que carecen de él. El equipo científico del Museo del Jurásico de Asturias (Muja) participa en un innovador proyecto, dirigido por el granadino Francisco Rodríguez Tovares, que persigue precisamente esto: estudiar los cambios ambientales repentinos y duraderos y su impacto tanto en el pasado remoto como en el más reciente e, incluso, en el futuro.

Rodríguez Tovares, director del departamento de Estratigrafía y Paleontología de la Universidad de Granada y editor de la Revista Española de Paleontología, ha estado unos días en Colunga trabajando junto al equipo científico del Muja en este proyecto. La iniciativa es pionera porque integra resultados de los efectos de los cambios ambientales tanto en vertebrados (ámbito del que se encarga el Muja) como en invertebrados (de los que el museo asturiano se ocupa en menor medida). Los científicos creen que si no se contrastan los resultados de unos y otros, el conocimiento resulta "sesgado e incompleto". Esta colaboración es, destacan, un "avance importante para conocer la respuesta general del medio".

Uno de los eventos que estudian en la costa jurásica asturiana son "los cambios climáticos y de temperatura y los efectos que tuvieron en los organismos que vivían en ambientes marinos durante la primera mitad del Jurásico", explica García-Ramos. En esta época cayeron el oxígeno y los nutrientes de tal manera que los efectos son visibles hoy en día en los rastros fósiles que se conservan. También estudian, aunque no en la región, las consecuencias que tuvo la extinción en el límite Cretácico-Terciario, cuando el impacto de un bólido y las erupciones volcánicas produjeron un aumento de temperaturas, lluvia ácida y una gran polución, todas ellas circunstancias que afectaron a la vida en la Tierra. El estudio aborda el comportamiento del medio en el pasado remoto, en eventos recientes, como el "Desastre de Aznalcóllar" (la rotura de la presa de una balsa minera en Andalucía en 1998), y en el futuro, pues aspira a predecir qué puede ocurrir ante una catástrofe o cambios ambientales futuros, y qué tipo de organismos se pueden recuperar y cómo.

Compartir el artículo

stats