La iglesia de Nuestra Señora de Corao atesora cien años de historia que los vecinos de la localidad canguesa acaban de plasmar en un folleto conmemorativo. La iniciativa partió de Montse Sierra, que como casi todos los residentes se bautizó y se confirmó en el templo centenario. Sierra convenció a Paco Pantín, vecino que destaca por su intensa labor cultural en el pueblo, para elaborar la publicación, que ella misma pensaba sufragar. Los gastos de los 300 ejemplares corrieron finalmente a cargo del Ayuntamiento, que no dudó en apoyar la iniciativa.
Los folletos fueron repartidos el pasado domingo, coincidiendo con la misa del centenario en honor a los difuntos de la parroquia. Ese mismo día, Pantín ofreció en la Casa del Médico de Corao una proyección con imágenes de la parroquia de Abamia de comienzos del pasado siglo. La misa fue especialmente emotiva porque en ella hubo un recuerdo para el cura Manuel López, que desde 1996 estuvo al frente de la parroquia. López, uno de los principales impulsores de los actividades con motivo del centenario, falleció una semana antes de la celebración. El discurso que dejó escrito para tal ocasión ocupa las primeras páginas de la publicación de Pantín. En él menciona al párroco Manuel Blanco, principal impulsor de la construcción y hace hincapié en que Santa Eulalia de Abamia es la parroquia donde comienza la Reconquista.
La publicación de Pantín recoge rigurosamente escritos de la época y explica cómo el deterioro de la histórica iglesia de Abamia ocasionó su abandono como templo parroquial en el año 1904 y la posterior construcción de un templo en Corao, lugar de mejor acceso, para dar servicio a los 11 pueblos de la parroquia. La nueva iglesia comenzó a construirse en 1906 en los terrenos cedidos por Amalia Llanos Álvarez de las Asturias pero no se inauguró hasta el 15 de agosto de 1915. Desde entonces las bodas, bautizos y comuniones no han dejado de sucederse. Prueba de la salud del templo es que las últimas dos semanas se han celebrado dos bautizos, explicó Marujita Sierra.
Con motivo del centenario, los vecinos impulsaron la mejora del presbiterio, que luce como nuevo después del acuchillamiento y el barnizado. No es la única mejora prevista, según explicó el residente Luis Vega. "Algunos bancos están viejos y deteriorados, estaría bien cambiarlos. Tampoco viene mal dar pintura a las sacristías", añadió. El proyecto está parado a la espera de conocer al nuevo cura, el gijonés José Antonio Alonso, que ejercerá su labor a partir del 6 de diciembre desde La Venta hasta la Robellada.
Cuando llegue encontrará todo limpio y cuidado gracias a las labores desempeñadas por vecinas como Pepa Vega, de 89 años, que fue bautizada por Basilio Álvarez y que conoció a sus sucesores en el cargo Emilio Rodríguez, Alejo de Martino, Fermín Alonso, Julio Lada y Manuel López. "Alejo dejó mucha huella entre los críos porque dejaba corretear por el campo de la iglesia y preparaba excursiones", recuerda.
