Bruno Lombán es el presidente de la asociación Hostelería de Ribadesella desde que se creó, hace poco más de dos años.
-¿Fue la Semana Santa tan bien como dicen?
-Fue una Semana Santa muy buena, mejor que la anterior. El movimiento empezó antes de lo habitual.
-¿Fue positivo que las Carreras de caballos se hicieran en dos días en lugar de en uno?
-En mi opinión, sí. El viernes es un lleno absoluto y el sábado, al haber carreras, lo mismo. Para comer, por ejemplo, no se podía absorber a todo el mundo. Fue para haber doblado o triplicado el comedor.
-Comenzaron hace dos años con el cincuenta por ciento del sector asociado, ¿en qué porcentaje están ahora?
-Hubo alguno que se sumó, otro se quitó, al final estamos más o menos en los mismos números.
-¿Qué proyectos tienen?
-Para el 27 y 28 de abril hemos organizado un curso de coctelería impartido por Nacho Capín y tenemos previsto otro de cocina con foie que intentaremos que sea antes del verano. Haremos otro de escandallos para desglosar el coste de un plato, saber exactamente a cuánto tengo que venderlo y cuánto me cuesta. Se trata de que todo el mundo ajuste precios y ganancias y que no pierda dinero en un plato pensando que está pidiendo lo correcto.
-¿Qué opina de la nueva ordenanza de terrazas?
-La ordenanza está bien, siempre y cuando sea para todos igual. Hay un pequeño matiz con los horarios que se solucionará en los próximos días, pues eran inferiores a las licencias de apertura. Como hay que guardar las sillas dentro, el que no tenga almacén tendría que cerrar antes de lo que figura en el permiso. Nos percatamos de ese error y por parte del Ayuntamiento no hay ningún problema en corregirlo.
-¿Cuáles son los objetivos de la asociación en el ecuador del mandato?
-Potenciar la hostelería de Ribadesella como una hostelería de calidad. Cada vez tiene más repercusión y, aunque tengan más notoriedad unos que otros, repercute al final en toda la hostelería, es un beneficio común. Consolidar Ribadesella como destino.
-Ven necesario que las visitas a Tito Bustillo se puedan hacer, al menos, en inglés, ¿cómo está la hostelería en ese sentido?
-Está bastante bien, pero siempre se puede hacer más. Poder atender al cliente, no te digo en cinco idiomas, pero por lo menos en el inglés básico para la hostelería es un plus añadido. El cliente extranjero es muy agradecido cuando se puede entender contigo en su idioma.
