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La residencia de Infiesto marca el ritmo

Los usuarios del geriátrico crean un himno por el 25.º aniversario del centro y homenajean a los voluntarios Manolo Marina y Francisco López

La residencia de Infiesto marca el ritmo

La residencia de mayores de Infiesto celebra sus bodas de plata y, como 25 años no se cumplen todos los días, trabajadores y usuarios han creado de forma conjunta un himno para celebrar tan señalada efeméride.

La letra, que realza el paisaje de la capital piloñesa y los lazos de unión que se crean entre los residentes, sonará mañana por primera vez en las voces de la Coral Polifónica Piloñesa. La actuación tendrá lugar a las dos de la tarde en el centro de mayores piloñés, en presencia de varias autoridades locales y regionales.

La creación del himno oficial de la residencia de Infiesto no es la única actividad de animación sociocultural que los 72 residentes actuales preparan por el aniversario. El programa incluye, entre otros muchos actos, un cuentacuentos, este mismo sábado, a partir de las 11.30 horas.

El pistoletazo de salida de las celebraciones por el 25.º aniversario lo marcó ayer un sentido homenaje a los voluntarios Manolo Marina y Francisco López, quienes desde hace años imparten talleres en la residencia de manera altruista. Los dos fueron agasajados con poemas, canciones y varios regalos por parte de los residentes.

El acto lo inauguró el director de la residencia piloñesa, Javier Llaneza. "Aquí y ahora quiero manifestarles nuestro más sincero agradecimiento por su encomiable trabajo. Ojalá podáis continuar durante muchos años con esta fantástica labor", dijo.

Después tomaron la palabra la animadora Esperanza Castillo y la técnico Gloria López. Esta última tuvo palabras de recuerdo para Ángel Ruiz, quien durante años dirigió y llevó los ensayos del coro de la residencia con dedicación y esfuerzo.

López hizo hincapié en el grupo de lecturas de autor y de prensa puesto en marcha en 2003 por Manolo Marina, así como en el de dibujo y pintura que echó a andar en 2006 de la mano de Francisco López, quien en la actualidad ensaya con el coro.

Además de varios usuarios, en el homenaje intervino Cándido Díaz, como representante del Centro de Voluntariado y Participación Social de El Prial. Díaz destacó los efectos positivos que tienen los talleres sobre el bienestar de los mayores. Uno de los momentos más emotivos fue cuando el residente Jaime Artidiello sorprendió al público entonando una canción que fue fuertemente aplaudida.

Tras recoger varios obsequios, como un trofeo y una biografía, Marina se hizo con el micrófono para decir alto y claro que la residencia de Infiesto es "de lo mejor que se hizo en Piloña" y ocupa, sin duda, "los primeros puestos del ranking nacional de geriátricos porque es casi como un hotel de cinco estrellas".

Marina aseguró que fue el expresidente autonómico Juan Luis Rodríguez-Vigil quien apostó en su etapa como consejero de Sanidad por las instalaciones, que abrieron sus puertas al público el 14 de mayo de 1993 en el barrio la Benéfica, sobre los cimientos de unas antiguas escuelas municipales.

Con respecto a su labor como voluntario, Marina remarcó que merecía la pena. "Recibimos más que lo que damos, sólo con ver la calurosa acogida que tenemos semanalmente". Su opinión la compartía López, que, como colofón, consiguió que los residentes cantaran canciones como "Alma, corazón y vida", "Yo vendo unos ojos negros", "Esperanza sólo sabe bailar el cha cha cha" y, para concluir, "Toda una vida", de Antonio Machín.

La residencia de mayores está gestionada por Establecimientos Residenciales para Ancianos (ERA) y cuenta con 89 plazas disponibles. El edificio presenta con una fachada principal histórica, en cuya rehabilitación invirtió el Principado más de 52.000 euros en el año 2016. El inmueble tiene pendiente la renovación de su ala derecha, con el fin de ganar en accesibilidad.

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