Miguel Rodríguez Muñoz presenta hoy, en la librería Cervantes, un libro de apuntamiento que cabe en el bolsillo: «Contra la gravedad», de tono menos grave. Sentencias y resistencias («De todas las leyes, la más recalcitrante, tediosa y reaccionaria es la ley de la gravedad»), iniciativas («Ya va siendo hora de recoger firmas pidiendo el indulto por el pecado original»), greguerías («En el reloj de pared, el tiempo va a su bola»), avisos a navegantes («Las urnas se llenan con los votos de quienes se quedan en casa cuando hay manifestación»), cuentos cortos («Éste era un perro con cara de mala persona»), decepciones («La utopía como lámpara -la verdad sea dicha- alumbra bien poco»), axiomas en entredicho («¿Las paralelas se unen realmente en el infinito? Uno ya duda de todo»), declaraciones de amor («Me muero por ti. ¡Sálvame la vida!») y grandes dudas («Si el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, ¡cágate lorito!»).