Á. FIDALGO

Los juegos tradicionales son universales: el cascayo, la comba y el de las gomas. Así lo comprobaron ayer, en la plaza de la Catedral, medio centenar de alumnos de los institutos de La Corredoria y de Ventanielles. De paso, aprendieron también inglés. Y es que los alumnos repiten rimas tradicionales inglesas mientras los practican.

Alice Persson es una niña sueca de un pueblo de pescadores, Kungshamn, que ayer descubrió, junto a otros tres compañeros nórdicos, que los juegos que practican los niños de Oviedo son los mismos que de los de su Suecia natal. «Me encantó descubrir que todos los niños jugamos a los mismo».

Miguel Alonso y su hermano Alberto, alumnos de la ESO, estaban muy contentos de participar en esta experiencia. «No sólo nos divertimos, sino que también conocemos a niños de otros centros, lo que siempre es interesante», comentaron entre juego y juego.

La artífice de esta iniciativa es la coordinadora de la sección bilingüe del Instituto de La Corredoria, Belén Nicolás. «Los alumnos, repitiendo estructuras gramaticales, en este caso rimas, aprenden mejor el vocabulario sin darse cuenta y sin esfuerzo», resumió.