M. P.

La situación de violencia continuada en el número 19 de Mariscal Solís era una constante. Una de las hipótesis que barajan los investigadores es que la familia Blanco vivía secuestrada en su propia casa, bajo el dominio de los inquilinos, que, según las mismas fuentes, se aprovecharían de ellos económicamente. Los partes médicos también reflejan moratones en el cuerpo de Pablo Luis B. y de su madre. Fuentes de la investigación creen que la noche de San Juan se les fue de las manos y «se pasaron». Las mismas fuentes aseguran que varios de los jóvenes acusados del asesinato coinciden al describir alguna situación de violencia en la casa; por ejemplo, un supuesto maltrato a María del Rosario Blanco, la madre de Pablo y María Luisa: «Le dio tal hostia a Rosario que le saltaron las gafas».

Pablo Luis B.

Acusado de asesinato, en prisión.

Cristian M.

Acusado de asesinato, en prisión.

Jesús V.

Acusado de asesinato, en prisión.

Larissa L.

Acusada de asesinato. Está en un centro de menores.