L. S. NAVEROS

El Colegio de Arquitectos no ha conseguido ganar la batalla legal planteada para mantener el diseño actual de su sede, ubicada en el antiguo colegio Hispania. El Tribunal Supremo, última instancia que le quedaba a la organización profesional, ha rechazado el recurso de queja planteado por los arquitectos, de forma que las vías legales para mantener la polémica visera del edificio han quedado agotadas. Se confirma así la sentencia de la Audiencia Provincial, que dio la razón a los vecinos, que denuncian que la estructura invade una plaza de su propiedad, y que por tanto debe ser retirada.

El abogado de los vecinos, Miguel Ángel de Diego, destacó ayer que con esta sentencia en la mano el desmontaje de la visera será «inevitable». «Es muy difícil que se pueda llegar a un acuerdo económico con el Colegio de Arquitectos. Primero, tendrían que hacer una oferta, y la comunidad de propietarios tendría que aprobar ese arreglo por unanimidad, lo que considero imposible, ya que son casi dos centenares de vecinos», señaló. El abogado se mostró «muy satisfecho» del resultado de la batalla legal, «que es como la de David contra Goliat».

En su fallo, el Tribunal Supremo no entró a dirimir si la visera debe ser o no retirada, se limitó a rechazar un recurso de queja planteado por los arquitectos contra la decisión de la Audiencia Provincial de no admitir la presentación de un recurso de casación, porque la cuantía del pleito no supera la suma de 150.000 euros. El Supremo considera que la tutela judicial de los arquitectos ha estado suficientemente garantizada, tanto en primera como en segunda instancia, y ha rechazado el recurso de queja, poniendo así fin al pleito.

El Supremo confirma así la sentencia de la Audiencia que rechazó el recurso del Colegio de Arquitectos y confirmó un fallo anterior que obliga a retirar la visera de su sede. En la sentencia se considera que la estructura invade la propiedad de la comunidad de propietarios de la plaza Adolfo Barthe Aza.

Los vecinos del edificio en forma de U que rodea el antiguo colegio Hispania llevan más de dos años pleiteando para conseguir que el Colegio de Arquitectos retire la visera, construida de acuerdo al proyecto que ganó el concurso de ideas convocado para la reforma del antiguo palacete de la calle Marqués de Gastañaga.

Los vecinos sostuvieron ante los tribunales que la visera invade una plaza que, aunque es de uso público, es de propiedad privada. Tanto el juzgado como ahora la Audiencia han confirmado que la plaza -ubicada en el antiguo patio del colegio- es de la comunidad de propietarios.

Los arquitectos, por su parte, argumentaban que la visera se ajustaba a la licencia municipal y al proyecto de rehabilitación del palacete, cuya reforma ha sido polémica desde un principio, por la recalificación del entorno aprobada por el Ayuntamiento de Oviedo y por el desmontaje del inmueble, cuyas piedras numeradas estuvieron años a la espera de que se realizase la reconstrucción.