El anuncio del alcalde, Agustín Iglesias Caunedo, de que dividirá la ciudad en seis distritos para así cumplir la ley de Grandes Ciudades para municipios de más de 200.000 habitantes, fue acogido con ilusión por las agrupaciones vecinales.

Hasta el momento la ciudad se dividía en dos únicos distritos, uno urbano y otro rural, una división que no aportaba la carga de participación ciudadana que busca la ley de enero de 2004. Los técnicos municipales ya dibujan el nuevo Oviedo con seis distritos: zona rural, centro. Pumarín, Las Campas-La Florida, La Corredoria y el Cristo-Buenavista.

Los representantes vecinales consideran beneficiosos dos aspectos de la creación de distritos; por un lado, se canaliza la participación ciudadana y, por otro, al frente de cada una de estas zonas de la ciudad estará un representante municipal, un concejal, lo que evitará, como destaca la presidenta de la Asociación de Vecinos de Otero, María Teresa Martín, «tener que estar peregrinando de concejalía en concejalía para ver quién es el responsable de un tema concreto». La que tiene claro quién quiere que esté al frente de su distrito es María Teresa Orozco, presidenta de la Asociación de Vecinos «San Juan», de La Corredoria, que solicita que sea el concejal Alfonso Pereira el interlocutor con el Ayuntamiento. «Pereira es del barrio y por ello tiene más afinidad con nuestros problemas y es muy distinto tener a una persona así que otra que no conozca tan bien la zona», subrayó la líder vecinal.

Lo que quieren es interlocución y participación. Lo resume Ramón del Fresno, presidente de la Asociación de Vecinos de El Cristo-Buenavista-Montecerrao: «Habrá más cocineros en la cocina». Para el que fuera alcalde de barrio de la zona el cambio supondrá «una participación más real, una forma de estar en el debate de primera mano y de no ver sólo el final de la película, sino también el principio». Del Fresno entiende que «igual que los impuestos son de todos, también todos podemos participar en su utilización». Uno de los objetivos que persiguen los vecinos y que se puede canalizar a través de esta nueva división de la ciudad es la participación activa en la elaboración de los presupuestos municipales, aportando cada distrito las necesidades más acuciantes para su zona.

La relación fluida entre vecinos y Ayuntamiento facilitará también, según lo ve Del Fresno, «que se produzcan menos reclamaciones por parte de las asociaciones, ya que si hay una participación más democrática en la política de la ciudad y los vecinos tienen más responsabilidades no podremos reclamar a posteriori, toda vez que hemos participado en los debates».

«Participación» es una de las palabras clave en la aplicación de la ley de Grandes Ciudades en el vocabulario vecinal. «Si esto nos da más participación, bendito sea», subraya María Teresa Martín desde Otero. Martín destaca que la aplicación de la normativa le parece «fantástica». La líder vecinal quiere saber cuanto antes qué concejal se hará cargo de las relaciones con su distrito «y ver cómo lo lleva», y recuerda a la anterior edil María Jesús Rodríguez para destacar su trabajo en relación a los barrios. Así que pide «que nos pongan a alguien que trabaje tanto y esté tan pendiente de los vecinos como estaba ella».

También los hay que optan por la prudencia y no hacen una valoración hasta que el proyecto de los distritos sea firme y oficial, y los que ya plantean modificaciones a la propuesta del Alcalde y los técnicos municipales.

José Ramón Sariego, presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Oviedo (FAVO), que en un principio había intentado convocar ayer una reunión con sus asociados, prefirió esperar a tener información oficial del Ayuntamiento y no valorar aún la propuesta. Lo mismo apuntó el presidente de la Asociación de Vecinos «Paulino Vicente», de Teatinos, Santiago Camporro, que explicó que ni en la FAVO, a la que pertenece su agrupación, ni en las asociaciones se dispone de la información necesaria para poder tener una opinión formada.

Entre los críticos con la propuesta municipal está Roberto Velasco, presidente de la Asociación de Vecinos de Trubia. No por la ampliación del número de distritos y la aplicación de la ley de Grandes Ciudades, «que es fundamental», sino porque se fije un único distrito para la zona rural. «La puesta en marcha de los distritos es crucial para los barrios y, en particular, para la zona rural, pero no compartimos la división que propone el Ayuntamiento», explicó Velasco. La opinión del representante de los vecinos de Trubia es que la zona rural del municipio debería dividirse al menos en dos distritos, uno al Sureste y otro al Noroeste, «porque no es lo mismo Trubia que Olloniego o San Claudio», explicó.

«La zona rural no puede ser sólo una», insistió Velasco, «porque es muy amplia, y no puede haber un único presupuesto para actuaciones en todas localidades que se incluyen en ese distrito».

Desde Trubia se aplaude que se articule la división en distritos, pero antes de que sea oficial ya están planteando modificaciones. De hecho, la asociación que preside Roberto Velasco está colaborando en la elaboración de un proyecto de división del municipio en distritos que presentarán en las próximas semanas al Ayuntamiento. «Si lo que plantea el Ayuntamiento es una sola zona rural, no vamos a apoyarlo», insistió Velasco, que también recalcó la importancia que tiene la ley de Grandes Ciudades para la participación de los vecinos en la política municipal, en especial en la elaboración de los presupuestos.

«Deberían poner al frente de los distritos a concejales que conozcan los barrios»

María Teresa Orozco

La Corredoria

«Habrá una participación más real y democrática de los vecinos»

Ramón del Fresno

El Cristo-Buenavista

«No estamos de acuerdo con un solo distrito en la zona rural»

Roberto Velasco

Trubia