Cristo resucitó en Agüeria y La Manjoya, ante Santiago; en Bendones, Brañes, Naranco, Pintoria, San Claudio y Trubia, ante la Virgen; en Box, ante San Julián; en Caces, Priorio y Santianes, ante San Juan; en Colloto y La Manzaneda, ante Santa Eulalia; en La Corredoria, ante el Bautista; en Cruces y Sograndio, ante San Esteban; en Godos, ante San Tirso; en Latores, ante Santo Tomás; en Limanes, ante María de la O, encinta del que hoy pasea descalzo por El Pevidal; en Loriana, ante San Bartolomé; en Naves y Nora, ante Pedro, a quien hará Papa en El Furacón; en Olloniego y Puerto, ante San Pelayo; en Pando, ante San Cipriano; en Pereda, ante San Martín; en Piedramuelle, ante Santa Marina; en Udrión, ante San Nicolás; en Villapérez, ante San Vicente, y en la Catedral resucitó ante su Padre, que se quedó de piedra (policromada) en la nave de la Epístola, al comienzo de la girola.