«Nunca saldremos de la crisis si no imaginamos nuevas fuentes de actividad». Con estas palabras defendió ayer el alcalde de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo, su propuesta de construir en el casco histórico de la ciudad un museo de las reliquias. Caunedo hizo estas manifestaciones después de que el Gobierno regional, por boca de la consejera de Cultura, Ana González, se desmarcara de la iniciativa, asegurando que a su juicio ya está la Catedral para cumplir esa función, y que su prioridad para la capital es el Museo de Bellas Artes de Asturias.

A través de un artículo que se reproduce en esta página, el Alcalde ovetense critica que el Principado haya descartado la idea sin siquiera sentarse a escuchar los argumentos a su favor. «Nos dicen que no hay dinero», afirma el Alcalde, que reprocha al Principado que no se siente a debatir la propuesta.

Iglesias Caunedo asegura que tras las declaraciones de Ana González esperó que algún miembro del Gobierno regional matizara sus opiniones. «Tenía esperanzas de que alguien de este Gobierno corrigiera, puntualizara o sobrepasara el corto horizonte que establece la consejera en sus declaraciones, pero no ha sido así. El mensaje que nos llega es que no hay dinero. Y punto», afirma el alcalde.

«Lo grave es que no han querido ni hablar. Desde el principio dije que las conversaciones con Principado e Iglesia empezarían en septiembre, y que hasta entonces solo teníamos una idea abierta. ¡No han querido ni conocer la idea!», lamenta el alcalde ovetense, que considera que el problema de la financiación -las estimaciones técnicas cifran en 7,5 millones de euros el coste del proyecto- no debe impedir un análisis de la propuesta. «La falta de dinero no es una razón. El dinero, si no es ahora, en un futuro próximo se podría habilitar, teniendo en cuenta que estamos hablando de una excelente inversión para reforzar la proyección turística de Asturias», afirma.

El rechazo del Gobierno regional a la idea es, para el Alcalde, «difícil de explicar», ya que «en Asturias, desde hace meses, no hay planteado ningún proyecto, sólo el día a día, el dramático día a día». Y achaca la negativa a «un rechazo a todo lo que surja y beneficie a Oviedo, o a un sectarismo antirreligioso difícil de entender en estos tiempos». «Lo peor», añade el Alcalde, «no es que falte el dinero. Lo peor es que quienes están obligados a imaginar una Asturias distinta y mejor se nieguen a aplicar imaginación y valor para nuevas iniciativas». A su juicio «nunca vamos a salir de la crisis si no somos capaces de generar nuevas fuentes de actividad. Nunca vamos a salir de la crisis si nos negamos a hacer cosas nuevas, a asumir retos nuevos. Y este Museo-centro de recepción es un buen punto de partida para recuperar las peregrinaciones a San salvador y el lugar de Oviedo en el Camino de Santiago; es un buen punto de partida para hacer de Asturias uno de los destinos de turismo religioso más importantes del mundo».

Más allá de la postura expresada por el Gobierno regional, con el que el Ayuntamiento pretende contar para acometer la inversión, Caunedo hace referencia a lo que denomina otros «focos de resistencia» a la idea: «los que dudan, incluso desde la fe, sobre la autenticidad de estas reliquias y los que, por ausencia de fe, no entienden que puedan tener una enorme importancia de futuro para Oviedo y para Asturias». En contra de estos argumentos, alude a la tradición que dice que «el cuerpo del Apóstol Santiago llegó a Galicia en una barca de piedra», pese a lo cual «millones de personas peregrinan y peregrinarán a Santiago, con una repercusión económica espectacular».

En favor de la iniciativa de crear un centro de interpretación de las reliquias, Iglesias Caunedo alude al número de visitantes que ha tenido la exposición sobre la Sábana Santa que puede verse en la plaza de la Catedral hasta el próximo día 5. «¿Qué exposición se ha celebrado en Asturias que en apenas mes y medio haya recibido 25.000 visitantes a 8 euros la entrada?», se pregunta, y concluye que ese interés prueba que al menos «la idea» debe ser explorada.

La iniciativa municipal, que cuenta con el apoyo del Arzobispado, pretende levantar el edificio en el solar que la Diócesis tiene, en estado de ruina, en la calle Santa Ana, en pleno casco histórico de la ciudad.