Los vecinos de Fitoria, Villamejil, Toleo y Arneo reclaman un acceso rodado directo al centro de salud del barrio de Ciudad Naranco. Están cansados de tardar una media de veinticinco minutos por carretera para llegar al consultorio. Sin embargo, los cerca de mil habitantes de la falda del monte Naranco cogen un atajo a través de una vía peatonal adoquinada, cerca del colegio Loyola y paralela a la calle Viseu. Como la fuerza de la costumbre se ha impuesto a la prohibición de los vehículos, el municipio estudia ahora la posibilidad de permitir que los residentes de la ladera del Naranco pasen en coche.

El concejal de Transportes, Gerardo Antuña, y el edil de IU, Alejandro Suárez, mantuvieron una reunión con los afectados en el centro social de Vilamejil y propusieron hacer un "pinchazo" en la futura Ronda Verde para conectar la ladera del Naranco con el centro de salud. "El problema es que ese proyecto, de hacerse, tardará muchos años en ser una realidad y nosotros necesitamos soluciones inmediatas", explica Eva María Rodríguez, vecina de Villamejil.

El acceso adoquinado mide 2,80 metros de ancho, pero la normativa municipal exige un mínimo de 3 metros para que pueda acoger tráfico rodado. "Espero que exista una solución técnica para solventar ese problema y dar servicio a los cerca de mil habitantes que hay en la zona, muchos de ellos de edad avanzada", dice Rodríguez, que también cree que el acceso rodado facilitará a las familias el transporte de sus hijos al colegio Loyola o a Santa María del Naranco (Ursulinas), a los que tardan media hora en llegar.