El eurodiputado socialista Antonio Masip manifestó ayer en Colloto que el Banco de Sabadell, propietario del Herrero, "no puede quedarse de brazos cruzados ante el expolio" que supone, a su juicio, el cese de actividad de la planta asturiana de Coca-Cola. Durante un acto en la localidad, el parlamentario asturiano trajo al banco catalán al centro del ring donde se juega el futuro de la factoría de Colloto haciendo valer la circunstancia de que Sol Daurella, presidenta de Coca-Cola Iberian Partners, el envasador español de la multinacional estadounidense de bebidas, es a su vez consejera del Sabadell, entre otras sociedades y a título personal. El llamamiento a la entidad financiera se justifica con estas razones empresariales aderezadas con motivos históricos, toda vez que el Herrero, a través de sus "capitalistas próximos", fue hace 60 años "uno de los fundadores de Asturbega", la empresa propietaria de la planta asturiana.

Ahora, en la fusión de siete sociedades que dio origen a Coca-Cola Iberian Partners, precisa Masip, la asunción del poder interno de la compañía por parte de los intereses de la facción catalana, cuya cara visible es Daurella, ha desembocado sin embargo en el cierre de "una fábrica casi perfecta, con unos grandes beneficios", "una vergüenza" en la valoración de Antonio Masip.

La defensa de la Coca-Cola de Colloto se justifica, enlaza el exalcalde de Oviedo, "ya no tanto por los trabajadores, que también, sino por el efecto que supone esa actividad en esta zona y en este municipio". A juicio del eurodiputado, que habla de Coca-Cola pero se refiere a la vez a las dificultades que atraviesan las fábricas de armas de La Vega y Trubia, "Oviedo tiene que mantener su vocación mixta, la combinación de su parte de industria con las funciones de la ciudad de servicios. En los últimos tiempos hemos recibido muchos palos dirigidos contra la industria ovetense y eso me preocupa".