Los trabajadores del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) dan por resuelto el problema de aparcamiento y aseguran contar con el compromiso de la empresa pública que gestiona el complejo sanitario, Gispasa, para disponer de 300 plazas más durante la media hora de la tarde en la que se realiza el cambio de turno y en la que coinciden en el aparcamiento los coches del personal que llega y los del que aún no han dejado sus puestos de trabajo.

La presidenta de la Junta de Personal del área IV, Ramona García, asegura que una representación de la plantilla se reunió hace unos días con los responsables de Gispasa y llegaron a ese acuerdo. Los empleados del HUCA podrán disponer de una plaza ordinaria sin pagar mientras esperan a que otro trabajador salga del parking y libere el espacio. Gispasa iba a comunicar la decisión a la adjudicataria del servicio de aparcamiento, CP Plus, antes de que asumiera la gestión. El pasado lunes, cuando los trabajadores de esa empresa empezaron a atender los aparcamientos del HUCA, no estaban al tanto de ese cambio. Ramona García lo atribuye a la inesperada inundación en un sector del edificio hospitalario, durante la tormenta de lluvia y granizo del sábado pasado, que puso en jaque a los técnicos de Gispasa.

En cualquier caso, la Junta de Personal del área IV, que es a la que pertenece el HUCA, da por resuelto el problema de aparcamiento en lo que se refiere a los espacios, ya que por la noche y en los horarios de mañana las plazas son suficientes.

Los desperfectos causados por la lluvia y el granizo del pasado sábado en el atrio del Hospital mantienen movilizado al personal técnico del propio HUCA y de Gispasa. Han recorrido con cámaras el interior de las tuberías de desagüe, para comprobar si están atascadas y han llenado los canalones, para comprobar si están despejados, entre otras pruebas.

A ese personal se sumaron ayer empleados de Sacyr, Sánchez y Lago y San José, las tres constructoras del complejo hospitalario.

Guillermo Martínez, el portavoz del Gobierno regional, se refirió ayer, tras la reunión semanal del Ejecutivo, al HUCA y manifestó que la lluvia causó "desperfectos mínimos". Explicó que las obras en la zona afectada por las inundaciones están acabadas desde hace más de cuatro años y que, desde entonces, sólo detectaron filtraciones menores en una de las juntas de dilatación, que fueron resueltos en su momento.

Las causas de la entrada de agua desde las cubiertas acristaladas aún está por determinar pero el presidente del Principado, Javier Fernández, advirtió el pasado lunes que si se trata de un defecto estructural las empresas que construyeron el edificio deberán subsanarlo. Guillermo Martínez reconoció ayer que, sea cual sea la causa, lo acontecido el pasado sábado en el HUCA "no debería haberse producido".