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Dos meses después del estreno del nuevo Hospital

Los usuarios destacan que los problemas del HUCA se deben a la "magnitud del centro"

Los pacientes del complejo de La Cadellada alaban la comodidad de las habitaciones, pero echan en falta más personal en las instalaciones

Los usuarios destacan que los problemas del HUCA se deben a la "magnitud del centro"

Más personal para superar la falta "de rodaje" y la "magnitud" del complejo hospitalario o "paciencia". Éstas son algunas de las recetas que los usuarios del nuevo Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) aportan para dar solución a los problemas que arrastra el edificio de La Cadellada. Pero no son las únicas. "El trato amable y el esmero de todo el personal supera con creces todos los fallos técnicos e informáticos que ha tenido el hospital estos últimos dos meses". María Rodríguez es una ovetense que, tras haber sido operada de vesícula en el nuevo se muestra muy satisfecha con el servicio. "Ellos están tan perdidos como nosotros y lo tratan de compensar esmerándose. Como todo, hay que tener paciencia y dejar rodar", afirma después de que se hayan cumplido dos meses de la inauguración del nuevo Hospital.

"Mi marido estuvo ingresado hace un mes y el trato fue maravilloso. Cada día hay menos fallos. Es normal, acaba de abrir", asegura Urbelina Vigón, que ayer esperaba al autobús a la salida del hospital. Aída Esteban, una paciente que acude semanalmente, también se muestra contenta. "Está muy bien todo, no he tenido ni un problema con los médicos. Además la cafetería está genial y es muy barata", afirma. Ana María Parajón también asegura que lo que necesita el nuevo HUCA es tan solo una oportunidad. "Estoy muy contenta. Aunque se escucha que todo son problemas, es normal al principio en una obra tal magnitud", opina.

Valentino Ferrauto, un italiano que acudía ayer al parto de su mujer, se mostraba contento con las instalaciones. "He dormido aquí dos días muy a gusto". La comodidad de las estancias también la alaba María Rodríguez. "Las habitaciones son muy amplias y con buenas vistas, nada que envidiar a las que salen en las series de televisión", asegura. "El servicio que sirve las comidas en las habitaciones es muy puntual", tercia Rosario del Barrio.

Aunque también hay lugar para pequeños reproches. "Yo creo que hay menos empleados y además las distancias son más grandes. Esos pasillos tan largos implican más trabajo. Por eso el personal anda siempre tan apurado, corriendo de un lado para otro", analiza Urbelina Vigón. "Dos líneas de autobús son muy pocas, tenían que haber organizado el transporte urbano con anterioridad. Pero este hospital está mejor comunicado que el anterior", señala Rubén Suárez. No es la única queja con respecto a los autobuses. En la parada no hay ninguna marquesina para acoger a los que esperan por el transporte público. "Es urgente de cara al invierno que coloquen alguna cubierta", exige Matilde Peguero. También compartía otra queja: "Las ventanas de las habitaciones no se pueden abrir y, aunque sé que puede ser necesario, estar solo con el aire acondicionado es agobiante", sentencia.

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