Decían en uno de los bares de allí que la plaza de la Catedral no había estado tan llena en los anteriores conciertos como esa noche, la del pasado viernes. En su primera edición, el Festival "Vuelta Abajo", de folclore latinoamericano, desembarcó en Oviedo por la puerta grande, con el numeroso público entregado durante la actuación de los ovetenses "Vuelta Abajo" y de los tinerfeños "Los Sabandeños". Éstos dejaron claro que sus éxitos de medio siglo están más que justificados, y los primeros, con una década de buen hacer musical, son dignos discípulos de sus hermanos canarios, con quienes compartieron el escenario para cerrar la noche.

Herminio Granda hizo de presentador y con su humor jaleó al público para implicarlo de lleno en las actuaciones, sendos repasos a la música popular y el folclore hispanoamericano. Lo hicieron con complicidad y de tú a tú.

"Vuelta Abajo" eligió un repertorio fundamentalmente melódico, en el que dieron lo mejor de sí mismos desde que arrancaron con su celebrado "Negro José". "Los Sabandeños" presentaron nuevos trabajos, "Amoríos" y "La huella del guanche", pero también tocaron el fado, la copla, el flamenco, el tango y el mariachi mexicano.

"Los Sabandeños" y "Vuelta Abajo" formaron un gran cartel para la primera entrega de un festival que nace con vocación de permanecer en el tiempo.

El grupo canario aprovechó su actuación para transmitir dos mensaje reivindicativos; el primero, arremetiendo contra la crisis económica con su "Folias pobres", y después, contra las prospecciones petrolíferas en aguas de las islas Canarias con "Una malagueña de Lanzarote", en la que sus solistas, Javier Hernández y Gustavo Rodríguez, comprometidos, fueron los encargados de transmitir el mensaje.

"Vuelta Abajo" y "Los Sabandeños" contribuyeron a subir la temperatura de una noche ya de por sí cálida y ofrecieron una actuación para no olvidar y para anhelar su regreso.