El artista gallego Guillermo Lourido, con residencia en el concejo de Nava desde hace años, se acerca a la pintura "desde la reflexión y la introspección" y a la escultura con una mirada "realista y muy física". Ambas facetas están a la vista del público hasta el viernes, en la sala de exposiciones del Colegio Oficial de Aparejadores del Principado, y el año que viene, adelanta Lourido, volverán en otra exposición, esta vez en el Colegio de Arquitectos.

"Realidad aumentada", el título de la colección de cuadros y esculturas que exhibe en el Colegio de Aparejadores, muestra, como explica el artista, "la diferencia entre su obra escultórica y pictórica. Esta última es más metafísica y necesita más lecturas. Ese juego me es muy útil y me vale para expresar mis dos vertientes artísticas".

Lourido trabaja en el taller, aunque desbasta las esculturas en el exterior. Cuenta que mantiene la radio encendida y que eso le "sitúa en el mundo". Así que el clima general deja su impronta en sus cuadros y sus esculturas. Lo reflejan bien sus esculturas, dice, "seres pasmados, sorprendidos". Cuida de sus hijas y hace trabajos de restauración. Desde hace unos años está volcado en el arte. "Es duro, la gente no invierte y el panorama cultural es muy complejo, el Estado no apuesta por la cultura", se lamenta.