La pianista venezolana Gabriela Montero ofrecerá hoy con la OSPA, dirigida por su titular el maestro Rossen Milanov, el concierto para piano número 2 de Rachmaninov. La cita es a las ocho de la tarde en el Auditorio. La OSPA interpretará también "Elephant skin", de Rueda y la sinfonía número 15 de Shostakovich.
"El concierto de Rachmaninov es uno de los grandes" comenta "y después ofreceré una improvisación como bis. Lo suelo hacer. Pido al público que me cante algo y lo toco al piano. Me entrego al mundo misterioso de la improvisación. Se hizo siempre, pero con la obsesión por la perfección se olvidó. Lo que cuenta en la música inmediata. Beethoven improvisaba la mitad de sus sonatas. Y Mozart lo mismo en sus conciertos, pero después se evolucionó en sentido contrario".
La pianista indica asimismo que "el concierto lo toco desde los 12 años. Llevo toda la vida con él. Es un gran concierto romántico, con virtuosismos. Y no es tan meloso y melancólico como Chopin. Es de dolor. Es estoico. No es pegajoso. Es como una columna vertebral, muy firme".
"El primer tiempo" según la visión de la concertista venezolana "se abre con una introducción que te arrastra. La orquesta te acompaña. El piano también tiene una gran sonoridad para llenar los espacios con orquesta. Destaca esa melodía famosísima que todo el mundo reconoce". El segundo tiempo es de una belleza y una sutileza espectaculares, con una sección muy viva en el medio, destaca Gabriela Montero "y el tercer movimiento es una locura, un atropello de emociones y sonidos".
La pianista venezolana, con el violinista Itzhak Perlman, el chelista Yo-Yo Ma y el clarinetista Anthony McGill tocó en la toma de possesión de Barack Obama como presidente de EE UU. "El presidente Obama le pidió a Yo-Yo Man un grupo de músicos conocidos por su versatilidad y que fuesen representativas de diferentes etnias y sexos de EE UU. Yo como mujer, latina, madre y que hace cosas distintas en el mundo clásico entré allí. Fue delante del Capitolio. Valoré formar parte de un momento de EE UU de reconciliación".
Gabriela Montero nació en Caracas y vive en Los Ángeles. Comenta que en Venezuela "no hay seguridad, te pueden secuestrar y matar. No quiero vivir como rehén en mi país. Llevamos 16 años con un Gobierno que es un cáncer. La transición no será fácil pero hay mucha gente buena, preparada y que no es corrupta. Con 29 millones de personas hay 25.000 asesinados al años. Inaudito, macabro, inaceptable. Y colas de horas para todo".
