El nuevo gobierno municipal (Somos, PSOE e IU) tiene decidido darle la espalda a Coca-Cola mientras no reabra su fábrica de Colloto y resuelva la situación de gran parte de los 144 trabajadores que fueron despedidos a principios del año pasado en un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que recientemente ha declarado nulo el Tribunal Supremo (TS). El tripartito, que el lunes hizo pública su renuncia a la oferta de 40.000 euros que realizó la multinacional para el patrocinio de las próximas fiestas de San Mateo, está ultimando un plan contra la bebida en el municipio. La idea es de IU y tiene por objetivo retirar "en la medida de lo posible" la marca de la ciudad.
Para ello se están estudiando varias actuaciones: quitarle a la marca los contratos publicitarios municipales para dárselos a otros anunciantes, retirar las máquinas expendedoras que tenga Coca-Cola en centros sociales u otras dependencias municipales, acabar con los patrocinios en instalaciones deportivas públicas e incluso negociar con los clubes deportivos del concejo para que renuncien al patrocinio. El plan también afecta al Real Oviedo, al que el Ayuntamiento ya se ha dirigido para explicarle los planes y pedirle que renuncie al patrocinio y retire la publicidad del estadio Carlos Tartiere. "Lo que nos importa es la dignidad de las personas", aseguró ayer el edil de Cultura, Roberto Sánchez Ramos, "Rivi", que añadió, desde su retiro vacacional, que "Coca-Cola ya no es la chispa de la vida sino que es la rebelión contra una injusticia". Sánchez Ramos añadió que "lo que realmente interesa a este gobierno es la gente, no las multinacionales".
Fuentes de Coca-Cola consultadas ayer por LA NUEVA ESPAÑA lamentaron que el Ayuntamiento "mezcle" las cosas tras la renuncia al patrocinio para San Mateo y señalaron que siempre ha tenido un "compromiso activo" con las comunidades de las que forma parte. "Coca-Cola lamenta que la voluntad de la marca por promocionar las fiestas locales de Oviedo se haya visto mezclada con el proceso de reestructuración de la compañía embotelladora en España (Iberian Partners)", aseguraron las mismas fuentes, y manifestaron que su "deseo" de que "dicho proceso, ya concluido, se resuelva de la forma más rápida y satisfactoria posible para las partes".
Las medidas previstas se llevan negociando desde hace varias semanas en el despacho del grupo municipal de IU, por donde ayer estuvo Israel García, uno de los portavoces de los trabajadores afectados por el ERE. García, uno de los 144 trabajadores despedidos a principios de 2014, venía de la Junta General, de participar en un encuentro con varios diputados. "El Ayuntamiento está para defender a su gente y a sus ciudadanos. Y en un conflicto así hay que dar ejemplo", aseguró García, que agradeció al tripartito sus decisiones y sus planes: "Era necesario porque la dignidad de una ciudad queda patente en cosas así", dijo. García cargó contra el anterior gobierno municipal (PP), a quien afeó su postura respecto a su situación. "Salían en fotos con carteles de 'No bebas Coca-Cola' y después, en septiembre, Oviedo estaba lleno de carteles de Coca-Cola", lamentó. "Las declaraciones institucionales están muy bien, pero esos apoyos deben materializarse", agregó. La concejal Cristina Pontón (IU) aseguró que en el ámbito local "hay que ser ambiciosos" para "luchar contra la precariedad" y añadió que "ojalá podamos hacer más".
La renuncia al patrocinio en San Mateo de Coca-Cola, una marca que tradicionalmente ha estado presente en las fiestas ovetenses, deberá ser aprobada en la próxima junta de gobierno de la Sociedad Ovetense de Festejos (SOF), aunque cuenta con el apoyo tanto del PSOE como de Somos, además de IU, que es quien impulsa todo este tipo de iniciativas. Los actuales responsables de la SOF trataron anteayer de sacar adelante la medida aprovechando una reunión de su junta de gobierno, pero alguno de los presentes rechazó la cuestión por no figurar en el orden del día y emplazó a hacerlo en futuras citas.
El conflicto entre los trabajadores de Coca-Cola y la empresa surge a raíz del ERE realizado a principios de 2014 y que provocó el cierre de la factoría de Colloto y el despido de sus 144 trabajadores. El asunto se judicializó, y el pasado mes de abril el Tribunal Supremo anuló el despido colectivo en un fallo que confirmó la sentencia de la Audiencia Nacional (AN), que consideraba vulnerado el derecho de huelga de los trabajadores. Meses atrás, la Audiencia Nacional había declarado nulo el despido de los 1.190 trabajadores que puso en marcha Coca-Cola Iberian Partners (el envasador español de los refrescos de la multinacional estadounidense The Coca-Cola Company) de los que finalmente ejecutó 821, y que supuso el cierre de las fábricas de Madrid, Mallorca y Alicante, además de la de Asturias. El reajuste de Coca-Cola supuso la concentración de las once factorías españolas del grupo en siete.
