El Ayuntamiento de Ribera de Arriba firmó ayer las actas de ocupación temporal de algo más de una decena de fincas en Bueño, Palomar y Santa Águeda afectadas por la instalación del sistema que servirá para airear las tuberías que abastecen de agua a Oviedo, desde Cabornio, y evitar reventones como los que se produjeron el pasado mes de febrero. La avería obligó a retomar el abastecimiento a través de la antigua canalización, que es la que sigue en uso en la actualidad.

El alcalde de Ribera de Arriba, José Ramón García (PSOE), explicó que la Confederación Hidrográfica del Cantábrico colocará a lo largo de las tuberías dispositivos que funcionan como un sifón y que de forma automática las liberan de aire, evitando la formación de burbujas y la subida de presión que las hace estallar.

La ocupación de las fincas por la maquinaria y los operarios que realizarán las obras no durará más de unas semanas, señaló García, quien cuenta con que hayan acabado antes de fin de año. Las arquetas con los dispositivos son similares a los registros de servicios como la electricidad. El regidor indicó que los propietarios de las fincas en las que quedarán instaladas percibirán indemnizaciones de entre 200 y 300 euros.

Hasta que existan garantías de que la nueva red de abastecimiento que parte de Cabornio y que suministra agua a Oviedo puede ser utilizada con seguridad, están en uso las antiguas canalizaciones.

La canalización que reventó el pasado mes de febrero, inundando Palomar, tenía 650 milímetros de diámetro. Una treintena de operarios de Aqualia, la empresa concesionaria del agua, trabajaron a turnos, ininterrumpidamente, durante casi dos días completos para arreglarla. El abastecimiento de agua fue desviado desde el depósito del Cristo al de Cuyences, que gestiona el Consorcio para el Abastecimiento de Agua y Saneamiento en el Principado (Cadasa).

Los vecinos de Oviedo no sufrieron cortes de agua, pero en Ribera de Arriba, además de la inundación de caminos y sótanos y destrozos en el mobiliario urbano, el depósito de agua de Palomar se quedó vacío y fue necesaria la intervención del Ayuntamiento para abastecer a los residentes con cisternas de agua.