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No sólo de vacas vive el ganadero

El 90 por ciento de los titulares de explotaciones de vacuno en el concejo tienen que compatibilizar la actividad agraria con un trabajo fuera de casa

José Manuel Fernández. Este ganadero de Premoño es además concejal de Medio Rural y trabajador de Arcelor. MARÍA GÓMEZ

Sacan tiempo de donde no lo hay, cuando tienen un día libre se sacrifican, y casi siempre se apoyan en las familias para cuidar de las vacas. Compatibilizar la explotación agraria con un trabajo fuera de casa es el perfil de la mayoría de los ganaderos de la Asturias rural, con una nutrida representación en el concejo de Las Regueras. Allí, 25 de los 27 titulares de ganaderías compaginan en la actualidad el cuidado de las animales con otra actividad. "Vivir sólo de las vacas no da", coinciden los ganaderos, que esta semana se reunieron en el certamen anual de vacuno el Ayuntamiento en Santullano: todo un referente por el mérito que supone que todo el ganado -164 reses de reconocida calidad- sea local.

La mayoría no recuerdan en qué momento decidieron ser ganaderos, porque nacieron siéndolo. Lo habitual es que hayan heredado la tradición familiar. "Te gusta, es algo que forma parte de ti. Pero te das cuenta de que no da para vivir, así que te dedicas a algo más", explica José Ángel González Fernández, de la ganadería El Archivo, de Mariñes. Este técnico agrícola trabaja para Capsa y con ayuda de la familia atiende su ganadería, con 43 vacas y crías de la raza asturiana de los valles. "La leche es otra cosa, da mucho que hacer, pero la ganadería de carne es más llevadera", señala.

Tres empleos simultanea José Manuel Fernández, de Premoño. Es ganadero, trabajador en Arcelor y el concejal de Medio Rural que organiza el certamen de ganado de Las Regueras. "Me queda poco tiempo para otras cosas que no sean trabajo, la ayuda de la familia es fundamental", señala. Pero Fernández está encantado. "En Las Regueras hay mucha tradición ganadera y mucha calidad. Un ejemplo es este certamen, los jueces cada vez lo tienen más difícil para calificar el ganado, hay mucho nivel", explica.

En Mariñes, los hermanos Ana Belén y José Aurelio Jesús Parades también compaginan la ganadería con trabajos fuera de casa. Él es transportista y agradece "trabajar a turnos" para disponer de horas de día para cuidar de las vacas. "Siempre hubo ganado en casa, y no te planteas que deje de haberlo", puntualiza este reguerano. Miguel González en Ania, Silverio Estébanez y Emilio José Suárez en Santullano... son algunos ejemplos más de ganaderos regueranos que, cuando llegan a casa del trabajo, se enfundan otra vez en la ropa de faena para continuar la jornada laboral.

Quizá si los precios de las reses no estuvieran tan tirados, si los costes del gasóleo, del pienso o de la mano de obra no se hubieran disparado, solo quizá, los ganaderos asturianos podrían volver a vivir del campo. Ésa es su reivindicación: que se reconozcan las cosas por lo que valen.

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