Una comisión mixta integrada por técnicos del Real Oviedo y del Ayuntamiento trabajará en la elaboración de un inventario para detallar las inversiones más urgentes que necesita el estadio Carlos Tartiere. Además, el Ayuntamiento designará un equipo permanente de mantenimiento para frenar el deterioro del campo.

Estos dos compromisos surgieron ayer de una reunión a dos bandas -club y equipo de gobierno- en la que estuvieron presentes el alcalde de Oviedo, Wenceslao López (PSOE), el teniente de alcalde Roberto Sánchez Ramos (IU), el presidente del Oviedo, Jorge Menéndez Vallina y el asesor deportivo del Grupo Carso, Joaquín del Olmo. "Hay un convenio firmado hace tiempo y no se estaba cumpliendo, hay que reconocerlo: vamos a pasar de las palabras a los hechos", anunció el Alcalde tras la reunión, la primera tras el cruce de declaraciones de hace unos días sobre el abandono del campo.

El primer paso, tal y como explicaron, será la creación de un inventario que evalúe las deficiencias del campo, "unas por deterioro y otras porque nunca se llegó a rematar", manifestó Wenceslao López. "A partir de ahí, cuando tengamos el inventario, realizaremos una evaluación económica, un plan de presupuestos. La economía es limitada y las necesidades son muchas. No se va a resolver en un año pero hay que buscarle encaje", detalló el regidor ovetense. "Además, vamos a dotar el campo de un equipo de mantenimiento permanente que va a permitir ahorrar costes y tener a los usuarios mucho más contentos", añadió López. Por su parte, el Real Oviedo agradeció la disposición del Ayuntamiento y recordó la "necesidad" de que Oviedo tenga "une estadio digno", en palabras de Menéndez Vallina.

El tono de la rueda de prensa fue cordial y tanto el club como el Ayuntamiento incidieron en la necesidad de mantener "el espíritu de colaboración" en beneficio de todos. "Colaborar es el camino, otro no", indicó el Alcalde. "El Oviedo no tiene color político, tiene el color azul que es el de la camiseta. El club debe ir siempre de la mano del Ayuntamiento, que es el que representa a los ciudadanos de Oviedo. Es el equipo de la ciudad y estamos condenados a entendernos", añadió Menéndez Vallina.

El que no dijo nada en la comparecencia pública fue Joaquín del Olmo. Cuándo Roberto Sánchez Ramos le cedió la palabra preguntando si quería intervenir, declinó la invitación con un escueto "no, está todo bien".