Roberto Sánchez Ramos (IU) es de los que madrugan. A las siete de la mañana ya está en pie. Pero le molesta que las llamadas suenen después de las doce. Presume que su nuevo despacho de concejal, en el Campoamor, está siempre abierto. Ayer, antes de esta entrevista, atendió a una ovetense que lleva cuatro años en paro. "Algo hay que hacer", medita... Le gusta contextualizar la nueva política hablando de la vieja: el "régimen" de 24 años del PP. Quiere cambiar cosas, pero asume que faltan herramientas. Augura que el tripartito del que forma parte aguantará los cuatro años.
-¿Se había imaginado así los cien primeros días?
-Lo que cada día constato es una teoría convertida en praxis.
-¿Cuál fue su primera decisión?
-Comprar los periódicos para la Fundación Municipal de Cultura. Es un ejemplo que ilustra el concepto cultural que existía.
-Se encontró con San Mateo a la vuelta de la esquina...
-Solo estaban cerrados los conciertos de pago en La Ería, con un gasto público de 605.000 euros. Para el resto no teníamos ni un gaitero. A dos días de las fiestas estábamos adjudicando la producción de los conciertos de la Catedral porque determinadas empresas del sector idearon un boicot.
-¿Qué boicot?
-Llamadas de teléfono a los interesados para que no se presentasen a la oferta pública.
-¿Desde La Ería?
-No puedo decir nombres. No ha sido un camino de rosas, cosa que me esperaba, porque forma parte del régimen.
-¿Si no hubiesen amenazado con demandar al Ayuntamiento habría cancelado La Ería?
-Creo que las fiestas de una ciudad o son públicas o no lo son.
-¿El próximo año habrá conciertos de pago?
-Vamos a potenciar las fiestas en la calle. Vamos a negociar con empresarios que estén dispuestos a venir a Oviedo a riesgo. Nosotros les facilitamos las infraestructuras sin inversiones.
-¿Qué infraestructuras?
-Tenemos que involucrar a la gente en las fiestas que quiere. Oviedo tiene problemas para conciertos de más de 4.000 personas, pero hay que estudiar otras posibilidades que no sean La Ería. Ya estoy dando pasos para unirnos con otras capitales que celebran San Mateo y compartir programación para abaratar costes. La gente no está dispuesta a pagar 50 y 60 euros de entrada.
-No costaban tanto...
-Depende, los hubo de 10 euros y de 55 euros.
-¿Ha ido alguna vez a un concierto a La Ería?
-Sí, otros años estuve, pero no es el tipo de espectáculo que me gusta... Es una perversión usar así el dinero público, hay intereses oscuros que no están claros. A mí las condiciones me las pone el pueblo , no un empresario.
-¿Habla de un proceso participativo para decidir qué fiestas quieren los ovetenses?
-Abriremos una encuesta en enero para que la gente opine.
-Pero luego la gente no participa. Acuérdese del fracaso de la consulta para el proyecto de la "Y"...
-Seguramente porque en Oviedo se han eliminado los hábitos de participación. En 1995 hicimos una encuesta sobre la privatización del agua en la que participaron 22.000 personas.
-¿El botellón es cultura?
-Lo que dije es que el nuevo gobierno ni mandó asesinar a Kennedy ni trajo el botellón. Me preocupa mucho más el caso Bárcenas que el caso botellón.
-¿La Noche Blanca dejará de ser una noche?
-Quiero abrir otro debate ciudadano. La cultura que Oviedo puede exponer no cabe en una noche. El verano es ideal y se puede abrir a barrios y pueblos.
-Parece que es romper con la filosofía del proyecto: arte contemporáneo en el inicio de la temporada en las galerías.
-La Noche Blanca es una mala traducción de las Noches en Blanco que nacieron en Nimes y pasaron a París. Allí un alcalde cambió el concepto.
-Pero Oviedo este año ha quedado fuera de la marca internacional.
-Sí, no es la única. Otras capitales que empezaron al rebufo de París están buscando sus propios instrumentos. No tenemos que ser el cliché de nadie.
-A algunos no les ha gustado que incluya una ruta por el Oviedo revolucionario.
-El PP aún no ha condenado el franquismo. No quieren que se cuente la verdadera historia de la ciudad. Si de mi dependiese la ruta se haría todo el año.
-¿El tripartito ha declarado la guerra a la iglesia?
-No hemos declarado la guerra a nadie. En la Noche Blanca estarán Las Pelayas.
-¿No hay sectarismo?
-Los que cuestionan el 34 son incapaces de reconocer la pluralidad de Oviedo. Nosotros sí.
-¿Cómo están las relaciones de los tres socios de gobierno?
-Hay tremendas dificultades para llevar adelante cuestiones que nos demanda la gente porque el PP con sus leyes, quiere cargarse las administraciones públicas. ¿Esto produce desajustes en un gobierno que acaba de llegar? Pues sí. Como buen campesino que soy sólo puedo ofrecer la paciencia para luchar contra las inclemencias del tiempo.
-¿Le han perdonado los socios que votase con el PP y Ciudadanos los sueldos?
-Proponíamos un salario de 2.100 euros que veníamos cobrando desde hace diez años.
-¿Cree que la gente lo entendió?
-A la gente hay que darle un tiempo para que reflexione. Con IU se negocia, a IU no se le impone nada.
-¿Con quién es más difícil negociar?
-No es igual el minuto uno del partido que el 45. Cada vez hay más madurez. Se van asentando las cosas. No tengo dudas de que este gobierno va a llegar a los cuatro años de mandato. Gabino estuvo un año esperando a Godot cuando llegó...
-Les critican que su política es de gestos, pero que no hay nada tangible para la ciudad.
-A este gobierno hay que dejarle elaborar el primer presupuesto, que es pura política.
-¿Qué va a pasar con la Fundación Municipal de Cultura?
-Voy a proponer unos nuevos estatutos para que sea un ente autónomo para hacer proyectos que demande la gente, no determinados lobbies.
-¿La va a dirigir un alto funcionario?
-No está decidido.
-El proyecto de la Ciudad Deportiva del Oviedo.
-El Grupo Carso está pensando en grande. Es una infraestructura elemental para potenciar las canteras. Hay que ofrecerles lo que tenemos para que no se vayan a otro municipio a realizar esta inversión. El gobierno va a apostar por este proyecto. El proyecto del Asturcón está agotado, el vendedor de caballos ya no está.
-¿Le gustaría ver al ex alcalde Gabino de Lorenzo en el juzgado?
-Me gustaría verlo respondiendo de sus actividades políticas y seguramente de sus responsabilidades penales.
-¿Dónde está más a gusto en el gobierno o en la oposición?
-Sin lugar a dudas en el gobierno, porque se puede hacer una política más acorde a las necesidades de la gente.
