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En la cumbre de la superación

Rosa Fernández y otras cuatro mujeres que superaron un cáncer de mama ascienden el Kilimanjaro, la montaña más alta de África

Rosa Fernández señala el cartel de la puerta de salida Mweka del Parque Nacional del Kilimanjaro.

Rosa Fernández tiene en su palmarés la ascensión a las cumbres más altas del planeta, incluido el Everest, pero ninguna expedición le ha dejado tanta huella como la reciente del Kilimanjaro, el techo de África (5.895 metros). Porque lo hizo acompañada por cuatro mujeres que, como ella, han superado un cáncer de mama, en lo que ha querido representar un ejemplo de superación. "Después de un cáncer hay vida, sobre todo si lo coges a tiempo", señala Rosa, de 55 años, nacida en Parada la Vieja (Cangas del Narcea) y residente en Oviedo desde su época de estudiante.

La idea fue de Eric Frattini, un peruano con muchas inquietudes que ha ejercido de periodista, escritor y profesor universitario, entre otras cosas. La muerte de un amigo a causa del cáncer y el reportaje de una deportista que había superado un tumor le llevó a plantear una expedición con montañeras que hubiesen padecido un cáncer de mama. Se puso en contacto con la Asociación Española Contra el Cáncer y con la Asociación de Alpinistas con cáncer, de donde salieron las cinco candidatas.

Además de Rosa Fernández, que afrontó su enfermedad en 2009 y no pudo recuperar cierta normalidad hasta finales de 2013, las elegidas fueron Carmen González-Meneses, Araceli Oubiña, María Barrabés y Eva García. Frattini y su socio, Miguel Ángel Gambra, dejaron la logística de la expedición en manos de Ismael Santos, exjugador de baloncesto del Real Madrid y actualmente guía de montaña.

Santos fue el que eligió el Kilimanjaro y el que dirigió la fase de preparación, en los Pirineos, en la que no pudo participar Rosa Fernández por encontrarse en la cordillera del Karakorum en su intento de coronar el K2. "Pensaron en una montaña que fuese asequible para todas, que se pudiese hacer caminando, porque además dos de ellas no podían cargar con peso todavía", explica la asturiana.

Así que Rosa Fernández conoció a sus compañeras en la presentación de la iniciativa, en Madrid, en un acto organizado entre otras cosas para dar a conocer los patrocinadores: Pelayo Seguros, Universo Mujer Baloncesto, Trex, Viajes El Corte Inglés, Solgar y Elizabeth Arden.

El 20 de septiembre, mientras su ciudad estaba en planeas fiestas de San Mateo, Rosa Fernández emprendió viaje con sus compañeras de expedición hasta Moshi, una ciudad de Tanzania a los pies del Kilimanjaro. Eligieron la ruta de Machama, las más larga de la montaña africana, que les concedía la ventaja de una mejor aclimatación.

Las montañeras contaron, además, con un amplio equipo de apoyo. Además de Ismael Santos y un operador de cámara, Javier Campos, les acompañaron un guía y cuatro porteadores por cada una de ellas, además de un cocinero y ayudante de cocina.

Tras dormir durante tres noches a 3.900 metros, el primer acercamiento a los 4.600 provoco los habituales efectos secundarios, como dolor de cabeza y náuseas.

De los días previos a la ascensión, Rosa Fernández destaca la masificación que sufre el Kilimanjaro: "En mi vida vi tanta gente en una montaña. Por un lado influye que, como pico más alto de África, forma parte del proyecto "7 cumbres". Y, por lo visto, está de moda en América porque había muchísimos norteamericanos".

El martes 29, las cinco mujeres españolas alcanzaban la cima del Kilimanjaro con un torrente de emociones: "Fue un momento diferente, muy emotivo. Sobre todo por el trabajo en equipo, todas muy cercanas, ayudándonos a tope". Y con un mensaje muy claro: "Que somos cinco mujeres luchadoras y que después de un cáncer hay vida, sobre todo si lo tratas a tiempo. Es muy gratificante ver los cientos y cientos de mensajes que nos han llegado", concluye Rosa Fernández.

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