El Sindicato Independiente de la Policía Local (SIPLA) le exige al párroco de Colloto, José Manuel Pidal, que pida disculpas y se retracte públicamente por acusar a los agentes de acosarle a él y al resto de vecinos con multas por mal estacionamiento que suponen "mordidas de 200 euros".

El secretario de organización del sindicato, Xosé Manuel Rubio, firma un escrito en el que alude a la definición de la palabra "mordida" (provecho o dinero obtenido de un particular por un funcionario o empleado, con abuso de las atribuciones al cargo) y dice que de esta forma el sacerdote imputa a la Policía Local dos delitos; el de prevaricación y el de cohecho. Además, advierte de que en caso de que el párroco no se retracte "pondremos en manos de nuestros servicios jurídicos este ataque gratuito e injustificado a los agentes y al cuerpo policial".

Pidal se queja de la falta de plazas de aparcamiento en Colloto y especialmente en el entorno de su parroquia, la calle Luis Suárez Ximielga, donde tiene el despacho. Asegura que "hay dos multadores, uno en coche y otro en moto que les hacen la vida imposible" y pide poder dejar su vehículo junto a la iglesia.

"Lo que tiene que hacer este señor es respetar las normas, buscar plaza como los demás, y no reclamar privilegios para estacionar a las puertas de su trabajo mientras el resto de usuarios tiene que arreglarse compartiendo el espacio disponible", señala el secretario del SIPLA, que va más allá y aporta datos sobre el sacerdote. "No es la primera vez que este señor acude a la Policía Local para que se denuncie a otros coches que estaban aparcados en una plaza que tenía reservada exclusivamente para él. Entonces no le importaba que la persona que ocupaba el reservado, su reservado, no tuviera ningún sitio libre y fuese sancionada. En esos momentos no se acordaba de que seguramente fuese un trabajador". Los hosteleros de la calle Luis Suárez Ximielga secundan la protesta del párroco y creen que existe un acoso policial por mal estacionamiento.