La Guardia Civil participó, aunque sólo presencialmente, en el último Pleno municipal de Ribera de Arriba. Los agentes acudieron a la llamada del Alcalde, que les requirió para expulsar al concejal y presidente de Foro de la localidad, Borja Fernández, por preguntar "cuando no tenía la palabra". Sin embargo no hizo falta que la Benemérita interviniera porque el edil se fue de forma voluntaria, pero acusando a José García Saiz (PSOE) de "acallarle de manera sectaria".

El ambiente del salón plenario empezó a caldearse cuando llegó el turno de preguntas. En realidad las cuestiones ya habían sido formuladas por escrito y en tiempo y forma al Alcalde. Así, el edil trató de aclarar si es cierto que la Fiscalía del Principado ha solicitado documentación al Ayuntamiento de Ribera de Arriba, "tal y como nos han comentado", y en caso de ser verdad, sobre qué temas. También quiso saber por qué el Ayuntamiento "usa sin control tomas de agua cuyos contadores han sido dados de baja".

A García Saiz sólo le dio tiempo a responder algunas preguntas. Aclaró que el municipio conecta una manguera a una toma para limpiar la plaza de Bueño en ocasiones especiales. Esto, entre otras contestaciones, hizo que Fernández reformulara las cuestiones varias veces. "El Alcalde dejó claro que su nerviosismo por los temas que planteamos llega incluso a hacerle perder los papeles", explica el edil de Foro, que asegura en su defensa que "estaba en mi derecho de hacer preguntas y no le falté al respeto en ningún momento".

García Saiz apela a la normativa vigente sobre plenos municipales para justificar la expulsión del concejal: "Yo contesto a las preguntas que se hicieron previamente por escrito. A ninguna más. Y mucho menos me pongo a discutir con un edil sobre lo que contesto o dejo de contestar".

La ley establece que las preguntas formuladas oralmente en el transcurso de una sesión plenaria deben contestarse en el siguiente Pleno. Y el Alcalde insiste en ello. "Le advertí varias veces para que dejase de reformular cuestiones, pero siguió, así que me limité a cumplir la ley. Hasta el concejal de IU abandonó voluntariamente la sala".

Fernández cree que el líder de la corporación se excedió en sus funciones porque nadie puede impedirle hablar. "Sé perfectamente que me tiene que responder en el siguiente Pleno, por eso me dirigí a la secretaria para que dijese si yo podía o no podía presentar cuestiones verbalmente. Pero entonces, García Saiz le dijo que no abriese la boca y optó por echarme". Para el concejal forista, "el PSOE de Ribera de Arriba, con el Alcalde a la cabeza, está utilizando métodos más propios de otra época para intentar callar a la oposición".

El turno de preguntas está dando más de un quebradero de cabeza a la oposición municipal de Ribera de Arriba, donde el PSOE gobierna con mayoría absoluta. Según Borja Fernández, el Alcalde no incluye las mociones en el orden del día, sino que "vota directamente en el Pleno si son urgentes o no. Y como los socialistas son mayoría, siempre ganan. Y jamás las debatimos".