El municipio quiere empezar a reordenar las líneas de autobuses de TUA (Transportes Unidos de Asturias) a partir de finales del próximo mes de enero. Así se lo transmitió ayer el tripartito a los representantes de las principales federaciones vecinales durante una reunión en el Ayuntamiento en la que participó el propio alcalde, Wenceslao López (PSOE), ediles de todos los partidos con representación en el Consistorio y trabajadores de TUA.

El gobierno municipal ya ha recopilado todas las quejas que los usuarios tienen sobre el plan de movilidad, que el PP puso en marcha hace poco más de un año. Ayer se las hizo llegar a los vecinos con el compromiso de "dar soluciones que sean técnica y económicamente sostenible", preciso Ana Rivas (PSOE), concejala de Transportes.

Fundamentalmente, las quejas de los vecinos sobre el transporte urbano se centran en La Corredoria (más frecuencias o una nueva línea desde la estación de autobuses al nuevo Hospital), y en Villaperi (que lleguen más líneas), la falda del Naranco (más frecuencias y recuperar la antigua línea a Latores y Faro, y que el autobús pare en la calle Uría y no en la plaza Primo de Rivera). También se han recogido peticiones de ayuntamientos como el de Siero (que la línea H llegue hasta Viella) y de Las Regueras (que la línea O llegue hasta El Escamplero). Los vecinos también esperan que se replantee la denominada línea circular (la F). "La gente no sabe usarla, no la ha asimilado porque está basada en el bono de transbordo", apuntaba ayer Emilio Peña, presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Oviedo (FAVO). Otra cuestión que está sobre la mesa es la utilidad del autobús nocturno de los fines de semana (búho), que el gobierno local quiere retocar porque "va prácticamente vacío", reconocen desde el equipo de gobierno.

La hoja de ruta que el tripartito ha puesto sobre la mesa pasa por que ahora los vecinos den el visto bueno a las quejas recopiladas por el municipio. Dentro de quince días habrá una nueva reunión y luego se producirán encuentros sectoriales con las asociaciones de vecinos más afectadas por los futuros cambios. De esta forma, el tripartito quiere comenzar a trabajar en las soluciones antes de que concluya el próximo mes de enero.