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Una activa jubilación en Angola

El médico ovetense Jesús Prieto recibe la medalla de oro de la Universidad de Navarra y, ya como emérito, impulsa la creación de un hospital en Luanda

Jesús Prieto Valtueña. LNE

El ovetense Jesús Prieto Valtueña ha destacado como médico, como catedrático y como investigador. Por eso resulta hasta lógico que no se haya conformado con una jubilación pasiva, pese a que el año pasado cumplió 70 años y dio el salto a la categoría de "emérito" en la Universidad de Navarra, a la que se incorporó en 1979. La palabra emérito puede tener múltiples significados (más activos unos, más pasivos otros), y en el caso del doctor Prieto sabe a aventura intensa y remite a un país, Angola, en el que aspira a abrir un hospital que no sólo cure, sino que también lleve a cabo una relevante labor solidaria y de formación del personal sanitario autóctono.

"Estamos pendientes de que se firme el correspondiente convenio con los inversores. Creemos que se suscribirá antes de que acabe este año. Nuestra aspiración es que las obras comiencen en 2016 y que la actividad del hospital arranque a finales de 2017 o principios de 2018", subraya el médico internista, en alusión a un proyecto que está siendo impulsado en la capital, Luanda, con el respaldo de la Clínica de la Universidad de Navarra y bajo la titularidad de una fundación sin ánimo de lucro angolana.

La Universidad de Navarra acaba de conceder al doctor Prieto la medalla de oro de la institución, en la que ha sido profesor de patología general, director del departamento de medicina interna de la Clínica de la Universidad y director del área de hepatología y terapia génica de su centro de investigación (CIMA). "Ha sido una sorpresa grande", señala. Se trata de un reconocimiento especial a los servicios prestados que le será entregado el próximo 19 de febrero.

Pero los servicios no han concluido. Cerrada una etapa, Jesús Prieto no quiere enredarse en nostalgias. Sigue disponiendo de un despacho en la Clínica de la Universidad de Navarra, y desde ese espacio continúa tutelando algunas líneas de investigación, buscando apoyos financieros para la ciencia biosanitaria de la Universidad de Navarra y empujando el hospital angolano. "Desde luego, no tengo tiempo para aburrirme", comentó ayer a LA NUEVA ESPAÑA en conversación telefónica desde Pamplona, después de mantener por la mañana una reunión en Madrid.

"En Luanda queremos un hospital que no sólo haga asistencia de alta calidad, sino que también contribuya a formar médicos y enfermeras del propio país", enfatiza. Para ello, se están recabando aportaciones de inversores de la antigua colonia portuguesa. El objetivo es que, pasados unos años, el centro sanitario sea capaz de generar sus propios recursos, y que los beneficios obtenidos sirvan para devolver el dinero a esos inversores.

El hospital prestará asistencia a pacientes privados y también a personas sin recursos. "Estamos preparando un equipo internacional y muy bien seleccionado de médicos y enfermeras, principalmente españoles, portugueses y americanos", precisa Jesús Prieto. A largo plazo, el hospital deberá ser conducido por profesionales angolanos. Pero ese desafío requerirá un tiempo. Por el momento, "los que vayamos inicialmente firmaremos un contrato que nos compromete a trabajar allí un mínimo de tres años, aunque la idea de algunos es quedarnos mientras Dios nos dé salud", señala.

A lo largo de su carrera, el doctor Prieto ha publicado más de 300 artículos de investigación en revistas internacionales, ha dirigido más de 50 tesis doctorales y ha liderado ensayos clínicos pioneros para el tratamiento de la cirrosis hepática y, en el campo de la terapia génica, de tumores hepáticos y digestivos.

Entre otras distinciones, en 2013 se le concedió el "Recognition Award" de la Asociación Europea para el Estudio del Hígado (EASL) y en 2014 el Premio Nacional de Investigación en el Área de Medicina "Gregorio Marañón".

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