"Las mujeres tienden a escribir una literatura autobiográfica". La reflexión es de la escritora Laura Freixas. Y la hizo ayer durante la mesa redonda "Ellas han escrito siempre. La escritura con perspectiva de género y su genealogía" organizada por la asociación feminista "Clásicas y modernas" en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA. Partiendo de una comparativa entre la literatura hecha por las mujeres en España y la afroamericana, Freixas trató de demostrar cómo se ha producido "un bombardeo de que lo femenino es de segunda categoría" y que ante esto las escritoras han tendido a producir a una literatura autobiográfica "en la que prima la búsqueda de la entidad colectiva". Freixas denunció que se habla de literatura de "género" para referirse a la hecha por las mujeres, y "de literatura a secas" cuando el novelista es hombre.

Junto a Freixas también reflexionaron las escritoras y filósofas, con Ovidio Parades como moderador, Amelia Valcárcel y Marifé Santiago Bolaños. Valcárcel explicó cómo son pocas las escritoras que han pasado a la historia, "al canon", como lo denominó. ¿Y por qué ha ocurrido esto? A juicio de la pensadora "tiene que ver con el punto de crueldad que hay en el cosmos de las ideas y las letras que se levanta contra las mujeres". Valcárcel aseveró que "el inmovilismo del canon existe y tiene que ver con la manera (que tienen los hombres) de ver la vida de una manera apesadumbrada y negativa". Y como las mujeres, según la filósofa, "tienen que ser como generales y exitosas, no pueden ser negativas nunca", no tienen cabida en el canon. En otro momento de su análisis, Valcárcel explicó que "el feminismo se ha encaminado hacia la filosofía de la sospecha", lo que le lleva a poner en duda el modo en que se ha construido el canon.

Por su parte, Marifé Santiago Bolaños hizo un relato en el que calificó como "disidencia" al feminismo y resaltó el miedo que existe a que "las mujeres no respeten las reglas" ya que "la comunidad se siente en peligro". También apuntó que el feminismo "no ha sido laico", ya rememoró con el sufragismo, la segunda ola del feminismo, fue impulsado por reverendas cuáqueras, la misma comunidad que durante la Guerra Civil acogió a muchos niños españoles que fueron enviados al extranjero por sus familias para salvarlos de los horrores de la contienda.