Las rachas de viento y la sequía tras varias semanas de buen tiempo ayudaron a expandir ayer las llamas de cuatro incendios forestales desatados en el municipio. El Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) del Ayuntamiento de Oviedo se hizo cargo de tres de ellos mientras que los voluntarios de Protección Civil de Trubia se ocuparon de otro más desatado en un monte de la localidad.

Según informaron fuentes del SEIS a este periódico, los bomberos tuvieron que efectuar tres salidas desde el cuartel del Rubín durante la tarde de ayer con vehículos especiales y equipados para incendios forestales.

Una de las emergencias que atendieron los bomberos fue un fuego en una masa de bosque ubicada en el límite de los concejos, de Las Regueras y Oviedo, cerca de Gallegos. Este incendio, aunque estaba controlado al cierre de esta edición, era uno de los que más preocupaba a los bomberos, que estaban pendientes de realizar un seguimiento por si se reavivaba.

El servicio de extinción también intervino en un fuego declarado en la falda del Naranco, junto a los depósitos, en las proximidades de la localidad de Toleo y la pista Finlandesa. También tuvieron que atender un incendio forestal cerca de Montecerrao.