Los trubiecos están hartos "de malos humos" y reclaman el cambio de ubicación de la estación de control ambiental de la localidad -actualmente junto al colegio público El Villar- y que, a su juicio, "falsea datos porque está muy lejos del verdadero problema de esta parroquia ovetense, su industria". Así se lo dijo ayer el presidente de la Asociación Vecinal de Trubia, Roberto Velasco, al concejal de Medio Ambiente, Ignacio Fernández del Páramo (Somos), durante la reunión que mantuvieron ayer en el centro social de esta parroquia ovetense.

El edil les aseguró que el Ayuntamiento tomará nuevas muestras de partículas contaminantes desde otra zona de Trubia para comparar los resultados con los procedentes de la estación de control ambiental existente. Lo hará gracias a una unidad móvil cedida por el Principado y que tripartito también usará para hacer mediciones en el entorno del Palacio de los Deportes. "Si los resultados son diferentes, solicitaremos cambiar de sitio la estación de control ambiental de Trubia", explica Fernández del Páramo, consciente de que necesita tener el visto bueno del Gobierno Regional porque la propiedad de las estaciones de medición es compartida entre el Estado, el Principado y el municipio, pero los datos los gestiona directamente la Consejería de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente.

La Coordinadora Ecologista de Asturias ha denunciado que la contaminación de Trubia volvió a alcanzar ayer altos niveles al llegar de madrugada a un valor 99 de partículas en suspensión (PM10) "cuando a esa misma hora el resto de estaciones del concejo que no pasaron de picos de 25". Para los ecologistas, "son con diferencia los peores valores de toda Asturias en este contaminante PM10" y apoyan la petición vecinal de reubicar la estación de control ambiental porque "la escondida estación de Trubia está alejada del núcleo de población de tal manera que poco mide de la elevada contaminación que los vecinos huelen y mascan a diario".

El 22 de diciembre, la estación del Palacio de los Deportes rebasó los límites legales de contaminación y lo hizo en el día 36, es decir, uno más de los que establece la Unión Europea en su normativa sobre calidad del aire. Sin embargo, el Principado aclara que, con los datos actuales sobre partículas en suspensión PM10, Oviedo no tiene por qué ser declarada un "punto negro". Fuentes de la Consejería de Infraestructuras explican que "hasta que no se haga el descuento oficial de las 'intrusiones saharianas' no se puede llegar a esa conclusión y el hecho de que la superación del límite de contaminación haya sido de sólo un día hace especialmente probable que Palacio de los Deportes no incumpla oficialmente con los datos definitivos de contaminación".