Los vecinos y los propietarios de los bares de copas del Antiguo están hartos de los "botellones". Los responsables de este tipo de negocios aseguran que la práctica de beber en la calle les está provocando pérdidas de hasta el 30 por ciento en sus recaudaciones y exigen al Ayuntamiento que tome "medidas reales y efectivas" para acabar con la ingesta de alcohol en la vía pública. El pasado viernes, sin ir más lejos, "cientos de jóvenes" se concentraron en el Antiguo "para hacer botellón" coincidiendo con el fin de los exámenes universitarios. "La Policía nos dice que no tienen capacidad para evacuar a tanta gente, pero si esto sigue así habrá negocios que tengan que cerrar sus puertas por motivos económicos y también habrá muchos jóvenes con problemas derivados de la ingesta indiscriminada de alcohol", asegura José Reina, presidente de la Asociación de Bares de Copas del Oviedo Antiguo (Abaco).
José Reina afirma que los locales del colectivo al que representa "están casi vacíos hasta por lo menos las dos de la mañana" los días en los que el tiempo permite beber en la calle. El presidente de Abaco calcula que por unos dos euros por cabeza se puede organizar un "botellón" para cuatro personas. "Beben todo lo que pueden en la calle para gastar menos en los bares. Además se trata de una ingesta rápida y en ocasiones de bebidas de baja calidad, con los riesgos para la salud que todo esto supone", recalca el presidente de Abaco. Y es que los hosteleros sostienen que la forma de consumir en sus locales ha cambiado. "Antes se tomaban más copas y ahora los jóvenes se tiran a los chupitos porque son más baratos y ya vienen cargados", subraya José Reina.
Los responsables de los bares de copas del Antiguo ya han mantenido contactos con el Ayuntamiento y con los responsables de la Policía Local con el fin de poner en marcha una campaña de concienciación para advertir de los efectos negativos del "botellón". El presidente de Abaco explica que el colectivo está pendiente de fijar un nuevo encuentro para perfilar los detalles de una iniciativa que pretende desarrollarse bajo el eslogan "No es lugar para beber" y que será difundida a través de carteles, medios de comunicación y otras vías alternativas. "Nos han dicho que para ellos es una prioridad acabar con el 'botellón' y esperamos que la campaña salga adelante. No se trata sólo de nuestras pérdidas económicas, es cuestión de civismo. A veces nos encontramos con jóvenes borrachos y tirados por el suelo, con peleas o con actos vandálicos de todo tipo", afirma José Reina.
Los vecinos también han levantado la voz tras el "botellón" del pasado viernes. "Nos gustaría concienciar a nuestros jóvenes de que para divertirse no hace falta alborotar, orinar en las calles y en los portales o destrozar el mobiliario urbano", sostiene Francisco Alonso, presidente del colectivo vecinal Oviedo Redondo.
