La mitad de los titulares de un pequeño comercio en la capital asturiana han tenido que hipotecar sus viviendas para sostener el negocio. Es una "dura realidad" que ayer pusieron de manifiesto en su asamblea anual los comerciantes de Adaco (Asociación de Autónomos y Comerciantes de Oviedo), a los que se han unido en una La Federación Comarcal de Centros Comerciales Abiertos (Commercia) para luchar juntos -son unos 800 asociados entre Oviedo, Siero y Llanera- por la recuperación del sector. "Hay que contar la verdad y la verdad es la que es: que no suben las ventas y que cada día cierran seis negocios en Oviedo", aseguró Marta Pérez, portavoz del colectivo. "No tenemos empleados porque no llegamos. Y ahora mismo estamos sobreviviendo. Hubo épocas buenas, como en todo. Los más veteranos ya teníamos nuestra casa pagada, pero hemos tenido que hipotecar la vivienda otra vez y además pedir un crédito para aguantar. Esa es la situación real", añadió.

Los comerciantes pusieron las cifras sobre la mesa y aseguraron que cada mes tienen unos 3.500 euros de gastos fijos (sin contar los que supone la contratación de un empleado) y que para "recuperar" ese gasto necesitan realizar ventas por valor de 10.000 euros. También aseguraron que están trabajando con los márgenes más pequeños de la historia. "Tenemos que estar más unidos que nunca, todos unidos podemos cambiar las cosas", pidió Marta Pérez. Entre las demandas planteadas por los comerciantes durante la asamblea de ayer destacan una bajada de impuestos, que los alquileres de los locales sean más asequibles y que el "TPV" les salga a coste cero, en referencia a los dispositivos que posibilitan el pago electrónico con una tarjeta, por el que los comerciantes tienen que abonar un dinero.

Los comerciantes veteranos han detectado que las personas que están abriendo tiendas en la actualidad en la ciudad son gente muy joven y desesperada que busca en el comercio una salida al desempleo. Se gastan el "pago único" del paro y piden un crédito para lanzarse a una aventura que la mayoría de las veces fracasa. "No tienen experiencia y no saben dónde se meten. Abrir un negocio hoy es complicado, aunque estés en el centro hay que elegir bien la calle, si no es zona comercial no es zona comercial", manifestó la presidenta de Adaco. La mayoría son negocios de moda "low cost" que cierran y vuelven a abrir enseguida, sin éxito. "Es el tipo de negocios que más aperturas nuevas está registrando y que más fracasa. Venden moda de mala calidad a precios muy bajos, primero a 25, luego a 20, y al final a 15", aseguran los titulares de pequeños comercios.

Así, en el transcurso de la reunión abogaron por continuar motivando y asesorando a los emprendedores desde los recursos municipales, pero contando con el asesoramiento de los comerciantes. "Claro que hay que motivar a todo el mundo y asesorar a los jóvenes con iniciativa. Pero lo que está pasando es que no hay ningún comerciante haciéndolo, son técnicos", explica Pérez. "Yo sé lo que no se debe hacer y eso es lo que hay que decirle a los que emprenden. Tendremos que crear unas mesas de trabajo donde el comerciante esté presente", añadió en el transcurso de la reunión celebrada ayer.

Los comerciantes asociados en Commercia de los municipios de Oviedo, Siero y Llanera, también se refirieron en la reunión celebrada ayer a la nueva Ley de afluencia turística, con la que discrepan, sobre todo en la capital asturiana, aunque a todos les afecta. "Oviedo no es una ciudad de gran afluencia turística, no lo es ni lo ha sido nunca. Estamos en contra, porque esta no es una ciudad que venda los domingos, quitando los tres de las Navidades. Hay que concienciar a la gente de que el pequeño comercio necesita más ayuda que el grande, que juega en otra liga", convino la presidenta de Adaco.

En líneas generales, la Federación Comarcal de Centros Comerciales Abiertos (Commercia) hace un llamamiento a las administraciones para acabar "de una vez por todas" con la crisis del sector que tiene su origen, explican "en el modelo comercial global, que comenzó en los años 90 con el desmantelamiento del sector fabril español y la proliferación de grandes centros de distribución comercial, que está siendo rematado con la venta on-line y la competencia desleal de los fabricantes".