Los tres socios del tripartito (Somos, PSOE e IU) vivieron ayer al mediodía una de las juntas de gobierno más tensas desde que están al frente de la ciudad. ¿El motivo? El presupuesto municipal, todavía pendiente de aprobar. Pero esta vez no fueron los números, ni las inversiones, ni las competencias, ni las subvenciones, ni siquiera los plazos. De eso todavía no se habla porque sigue sin haber un documento final. El motivo real fue la "caravana presupuestaria" que el concejal de Economía, Rubén Rosón (Somos), había decidido, por su propia cuenta, poner a funcionar.

La "caravana presupuestaria" de Rosón no es el vehículo electoral que se puede pensar que es. No tiene ruedas ni puertas. Ni siquiera es un vehículo. Es, en realidad, la forma que tiene él de llamar a algo más simple: visitas a los barrios para explicar in situ a los vecinos el presupuesto. El joven concejal ya tenía hasta la ruta hecha. La primera parada era ayer en el centro social El Cortijo, en La Corredoria. Y durante este mes había otras seis más por el municipio.

Estaba Rosón tan convencido de su idea que no sólo incluyó su intención en la agenda municipal, que estuvo visible en la página web durante todo el día, sino que ayer lo anunció en la rueda de prensa que dio por la mañana, horas antes de la Junta de Gobierno. Sucedió que a Rosón le faltó un detalle: invitar a sus socios a subirse con él a su "caravana presupuestaria". Y entonces llegó la Junta de Gobierno y se lió.

Al enterarse, PSOE e IU montaron en cólera. Esencialmente, por dos motivos. Uno: porque entienden que Rosón no puede ir a hablar con los vecinos de unos presupuestos que todavía no están aprobados y cuyo documento final no conocen ni ellos mismos. Y dos: porque entienden que, al no avisarles, lo que quería el concejal podemista era "hacer propaganda" ante los vecinos.

El cruce de reproches fue intenso. Según ha podido saber este periódico, la indignación llegó primero del lado socialista, la primera parte en saber de la famosa caravana. Eran las 13.55 horas. El enfado fue tan monumental que, en clave interna, se llegó a plantear que si Rosón no daba marcha atrás, o alguien no se lo paraba, ellos votarían en contra del presupuesto, cuya aprobación está prevista para el próximo viernes. La idea fue similar en IU. La coalición compartía el ultimátum: o se rectificaba o se vetaba el presupuesto. "No puede volver a ir por libre", comentaron los ediles de una y otra formación. La caravana que se había inventado Rubén Rosón ponía en riesgo la aprobación del presupuesto. Tal cual.

Una vez reunidos todos en la sala y tan pronto como se fue el secretario municipal, el Alcalde sacó el asunto. Y la tensión se elevó. Volaron los reproches de un lado a otro. Rosón explicó que él era el concejal de Economía y que era a él a quien correspondía explicar el presupuesto. Y que iba a hablar sólo del acuerdo político. El Alcalde dijo que no puede ir cada uno por libre, que eso era una deslealtad. "El 1 de enero tenías que tener las cuentas. ¿Qué hiciste en este tiempo? Vamos a llegar a octubre sin poder hacer obras", espetó un concejal a Rosón. El edil podemista reprochó la falta de comunicación entre las áreas. Y entonces cada uno sacó sus trapos sucios. Que si la zona rural, que si infraestructuras, que si el personal, que si las filtraciones, que si el plan de empleo... Taboada le llegó a reprochar al Alcalde que el martes había estado hablando con vecinos y que no sabía nada.

El "jaleo" duró hasta pasadas las tres de la tarde. No se acordó nada. Tocaba esperar hasta las siete de la tarde. ¿Se atrevería Rosón, después de todo, a ir a La Corredoria a explicar el presupuesto, como había quedado? "Mire, nos llamaron hace un rato y nos dijeron que se cancelaba", explicó, pasadas las siete, la conserje del centro social, una mujer de rizos rubios y jersey azul. "Nos dijeron que tenía problemas de agenda y que ya nos avisarían para otra ocasión", añadió ella.

-¿Vino mucha gente preguntando por el acto?

-Sí, algunas personas. Les dijimos que se había cancelado, que no había. Y se fueron.

La "caravana presupuestaria", de momento, sigue en el garaje.