Son las nueve en punto de la mañana y los pasillos del colegio Santa María del Naranco Alter Vía, conocido popularmente como Las Ursulinas, son un auténtico hervidero. "Corre, corre, que vamos a llegar tarde", le grita un chico rubio a su compañero entre el bullicio. El centro es un gigante educativo que recibe cada día a 1.860 alumnos, un cifra similar a los habitantes que tienen concejos como Caso, Teverga o Bimenes. "Somos el colegio que más alumnos tiene de Asturias", matiza el director general del centro, Jaime Nicolás Alvarodíaz. Para mantener ese privilegio es necesaria una plantilla conformada por 110 docentes y 90 profesionales especializados que se encargan de las distintas actividades complementarias que se desarrollan en Las Ursulinas.

Una de las señas de identidad del centro es, sin duda, la integración de los alumnos con diversidad funcional. En sus clases, conviviendo con el resto de compañeros, hay actualmente unos 80 niños con necesidades educativas especiales, pero el compromiso con este colectivo va mucho más allá. Desde hace dos años está en marcha un programa pionero bautizado como AVIS (Alter Vía Inserción Sociolaboral), una iniciativa que pretende continuar con la formación de este tipo de alumnos en un ambiente normalizado una vez que terminan la Enseñanza Educativa Obligatoria (ESO). "El sistema ayuda a estos niños como mucho hasta los 18 años, pero a partir de ahí acaban en centros especiales, en formaciones profesionales adaptadas o en sus propias casas sin hacer nada", explica el director.

El programa AVIS está estructurado en tres cursos. Es una iniciativa totalmente privada, aunque la fundación del colegio cuenta con un sistema de becas para ayudar a aquellas familias que lo necesiten. Actualmente hay 25 alumnos en los dos primeros cursos de AVIS. "No queremos que sea un programa masificado, por eso analizamos al detalle cada caso y estudiamos si el niño encaja. No se trata de convertirnos en un centro especial porque en ese caso estaríamos yendo contra el espíritu del proyecto. Este programa tiene sentido si está integrado en la vida normal del colegio. Los niños que lo cursan están en los recreos con el resto de compañeros del centro, acuden con ellos a la cafetería, van de viaje de estudios...", subraya Carmen Nicolás, diplomada en Educación Social, licenciada en Psicopedagogía y responsable de los cursos AVIS. "No es lógico que a estos alumnos se les cierren las puertas después de haber estado integrados en un sistema normalizado hasta terminar la ESO", señala Carmen Nicolás.

Por otro lado, el colegio cuenta con otro innovador programa de apoyo y refuerzo educativo asistido por perros y caballos. "Es el primer programa de este tipo que se desarrolla en España en horas lectivas. Lleva en marcha cinco años y desde que lo implantamos aquí se está extendiendo a otros puntos del país", señala Juan Luis Pelliter, el responsable de la iniciativa. Animales como "Lluvia" o "Trufa", dos labradores retriever, participan en actividades para el fomento de la lectura de los alumnos del ciclo de infantil y también ayudan a niños con diversidad funcional.

Otro de los estandartes del colegio es el uso de las tecnologías. "Están totalmente implantadas. En Secundaria no hay libros en papel desde hace seis años, las tabletas y las pizarras digitales están a la orden del día y tenemos asignaturas enfocadas a este campo. Además contamos con la 'secretaría virtual', que permite a los padres realizar todo tipo de trámites por internet, o con la 'tienda online', que funciona de forma similar", explica el director. Además, el inglés se introduce en el primer curso de infantil (3 años) y el francés es opcional a partir de quinto de primaria.

Las actividades extraescolares son innumerables. Van desde la danza hasta la robótica pasando por cualquier tipo de deporte o disciplina musical. El programa PECES (Padres Eficaces con Entrenamiento Sistemático) ofrece a los padres la posibilidad de asistir a reuniones de hora y media todos los jueves "para ayudarlos en la educación de sus hijos", afirma Nicolás.