Estanislaw Szvfa se quedó impresionado al contemplar el Fontán, la fachada del hotel de la Reconquista y la playa de Salinas en pantalla grande. Tenía 13 años y había ido al cine en su Cracovia natal a ver la última de Woody Allen. Cuando Javier Bardem viajó en helicóptero de Barcelona a Oviedo junto a Scarlett Johansson, este joven polaco se dio cuenta de que España era mucho más que toros, fiesta y siesta. Se puso a estudiar español unos años después y al entrar en la Universidad no dudó en apuntarse al programa Erasmus. Pidió como destino Oviedo o Barcelona, pero cuando se dio cuenta de que algunos formularios estaban en catalán y no los entendía, se quedó con la primera opción. Este alumno de Informática de 21 años lleva cinco meses aquí y tiene pocas ganas de volver a Polonia. Promociona la capital asturiana prácticamente a diario en sus redes sociales, de forma que, además de su familia y amigos, decenas de polacos saben que en Gascona se escancia sidra, que el Prerrománico del Naranco es Patrimonio de la Humanidad o que "la Gorda" es una estatua de Botero. Como Estanislaw, los más de 700 "erasmus" que han venido a Oviedo este curso se han convertido -casi sin saberlo- en promotores turísticos del municipio.
El gobierno local lo sabe y ha decidido aprovecharlo. Así, el concejal de Economía, Rubén Rosón (Somos), ha anunciado que el Ayuntamiento organizará visitas guiadas para extranjeros universitarios con el objetivo de que "sepan qué transmitir" a los suyos. Lo dijo en la Feria Internacional del Turismo (Fitur), en Madrid, y añadió que Oviedo acogerá una "jornada de reencuentro de erasmus" en 2017.
Pero los universitarios ya se han puesto manos a la obra gracias a la organización Erasmus Student Network (ESN), con sede en la calle del Águila, y en la que treinta voluntarios son capaces de poner en marcha un programa de visitas y actividades para los "erasmus". En el primer cuatrimestre hicieron un total de 130: partidos de fútbol, carreras en la pista finlandesa, proyección de películas españolas, clases de baile y excursiones a Gijón, Avilés, Covadonga o Ribadesella.
"Esta localidad es desconocida, deberían recomendarla como destino turístico de primer orden", dice Debora Madonna, una estudiante italiana de Psicología que salió con los chicos de ESN a dar una vuelta por Oviedo. Cerca de ella, Estanislaw le da la razón y le cuenta que descubrió la capital asturiana en el cine de Cracovia "al ver una peli de Woody Allen". En la misma línea, el mexicano Olaf Ortega, alumno de Ingeniería Química, comenta que antes de venir buscó información en internet "porque no había oído hablar de esta ciudad". Los tres marchan a pie con otros cincuenta jóvenes de los cuatro continentes. David Santé, voluntario de ESN, está acostumbrado a mover grupos grandes: Tenemos un 25 por ciento de italianos y alemanes, un 20 por ciento de americanos, unos 30 japoneses y unos 40 chinos, entre otros. Eso es una gran promoción".
