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Montecerrao

Montecerrao clama por más seguridad vial ante los constantes atropellos

Piden una glorieta, badenes en los pasos de cebra y semáforos para reducir la velocidad a la que se circula

Vallas tiradas en el parque infantil donde cayó una gran piedra. LUISMA MURIAS

Los vecinos de Montecerrao que viven en el entronque de las calles del Valle, Joaquín Villa Cañal y la de Mieres andan con los pelos de punta cada vez que tienen que cruzar por algunos de los pasos de peatones del entorno. En uno de ellos, en la calle Mieres, hubo un atropello el pasado martes. Antes, se produjeron otros y ayer mismo, muy cerca, aunque en el Cristo, hubo otro accidente con viandantes implicados.

El cruce, que también da acceso al aparcamiento de un supermercado, conforma una encrucijada peligrosa. Es el sentir del barrio y en el mensaje común que ofrecen los vecinos consultados aparece como único arreglo la construcción de una glorieta. En julio de 2014, el equipo de gobierno de Agustín Iglesias Caunedo (PP), tras una petición del Grupo Socialista, se había comprometido a construir la rotonda. Sin embargo, pasó el tiempo y la obra quedó en el aire. El nuevo gobierno tampoco cuenta con estos arreglos.

Estas calles no sólo soportan el creciente tráfico del barrio, sino que se han convertido, a determinadas horas del día, en una de las vías de salida de la ciudad hacia las autovías de la región para evitar los colapsos del centro.

Concha Vallina es una vecina que vive frente al polémico cruce. "Los coches que bajan hacia la calle Mieres tienen un badén antes de llegar junto al supermercado y frenan algo, pero una vez que lo pasan aumentan mucho la velocidad, sobre todo a partir de las siete de la tarde". "No son de la zona porque los que vivimos aquí ya sabemos lo que hay y tomamos muchas precauciones".

Por la noche la situación empeora. "Suelo pasear con mi perro, y ya varias veces tuve que parar en el paso de peatones para que no me atropellaran". Explicó que el primer paso de peatones de la calle Mieres es aún "más peligroso" que el siguiente, donde se produjo el atropello el pasado martes. "Ya nos quejamos al Ayuntamiento un montón de veces y nos dijeron que iban a poner primero un semáforo y después un radar, pero nada. Además, la Policía Local ya casi ni pasa. Una glorieta es la única solución", se queja.

Otro vecino, Carlos Usano, confirma el discurso anterior. "Las farolas alumbran poco y los coches aparcados dificultan también la visibilidad en los pasos de peatones, a los que suelen llegar a mucha velocidad. Si está cruzando un peatón casi no les da tiempo a frenar". Usano es partidario de colocar cojines berlineses o badenes antes de los pasos de cebra, al tiempo que también insistió en la necesidad de una glorieta.

"Es la única solución", corrobora con determinación Carmen Vázquez: "Regularía todo el tráfico y se evitarían muchos problemas. No sé cómo no hay más accidentes", afirmó esta vecina que vive prácticamente al lado del polémico cruce.

Muy cerca, en el parque infantil donde hace unos días se desprendió una gran piedra de una escollera, lucían tiradas en el suelo las vallas que colocó el Ayuntamiento para cerrar el recinto. "Un desastre", resumen en Montecerrao.

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