Un hombre recorre el andén de una estación mientras dos mujeres esperan tiritando el tren bajo la nieve, en un pueblo cercano a Pajares. A su lado, la playa de Bañugues y la de Salinas presentan su cara más apagada, por culpa de un mar comido por la arena y un cielo dominado por el gris. La cara más melancólica de Asturias es la protagonista de la nueva exposición del mierense, residente en Avilés, Luis Riestra; una muestra que se puede ver en la galería Cervantes de Oviedo hasta el 30 de marzo. El artista mantiene la característica pincelada de su maestro, Amado González Hevia conocido como "Favila", pero llevada al extremo, rozando a veces incluso la abstracción.
Entre los 30 paisajes que cuelgan de las paredes se impone la naturaleza, incluso en los parques urbanos, en los que los árboles ganan la batalla a las farolas y los edificios de piedra. Tampoco aparece casi figura, salvo las tres personas que se intuyen en uno de los cuadros de la nieve, un fenómeno atmosférico que el autor aborda por primera vez; porque Riestra busca que el espectador viaje a través de sus obras. A veces por el aire, utilizando planos aéreos; otros por la tierra, creando perspectivas lineales; y otras en tren, un homenaje a la profesión que combina con la pintura. Las pinceladas de acrílico y óleo crean estas imágenes, dominadas por los ocres, los verdes y azules, que inyectan directamente la nostalgia de la "tierrina" tan característica de los asturianos.
